Iker Casillas afronta una semana decisiva en su carrera. Con una oferta del Oporto sobre la mesa, su marcha del Real Madrid está más cerca que nunca. Una despedida que depende sólo de un factor: el dinero. Porque el acuerdo entre clubes es total y también entre el portero y su posible nuevo destino. Sólo falta acordar las cantidades.
El Oporto ofrece al jugador un total de 8 millones de euros bruto de sueldo por las dos próximas temporadas. Casillas no quiere perdonar ni un sólo euro de lo que le resta por percibir en el equipo blanco, esto es, quiere cobrar íntegramente los 25 millones brutos que tiene firmados, esto es, 6'5 netos por la primera temporada y 6 netos por la segunda.
Así pues, y siguiendo la fórmula que propone el Real Madrid (la de completar el salario que le ofrezca su nuevo club), los blancos deberían abonarle unos 16 millones de euros brutos, cantidad que, a día de hoy, no están dispuestos a poner sobre la mesa desde el Santiago Bernabéu.
¿Qué sucederá a partir de ahora? La postura del jugador está clara. Si finalmente Oporto y Real Madrid no llegan a un acuerdo por el salario que percibirá en las próximas dos temporadas, el jugador continuará en Madrid.
No tienen ningún problema en hacerlo aunque sea de suplente. La pelota está, así pues, en el tejado de las dos entidades y sobre todo del Real Madrid, la parte más interesada en buscar la salida del capitán. S
erán los merengues los que deban forzar a los 'dragones' para que suban su sueldo. Si el Oporto ofrece 12 millones de euros brutos por temporada (la mitad del salario de Iker), el Real Madrid pagará los otros 12-13 que le restan de contrato. Por debajo de estas cantidades es complicado que haya acuerdo.
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Iker no perdona nada