
El Real Madrid se prepara para afrontar una nueva temporada. Es tiempo de vacaciones y de fichajes. De rumores y preparativos. La actividad no se frena en un club acostumbrado al frenesí constante incluso en su vestuario, donde la llegada de un nuevo curso promete también nuevas alianzas en la plantilla merengue.
La llegada de los nuevos fichajes y la salida de algunos futbolistas hará que el grupo mute y dibuje un nuevo tipo de relaciones, algunas de ellas amparadas por el aterrizaje de estas caras nuevas.
Es lo que sucederá David de Gea. El portero está al caer. La lógica dice que su incorporación no debería prolongarse mucho en el tiempo, aunque el Real Madrid no tienen miedo a una posible negociación prolongada que lleve la operación a principios de julio. Mientras, el De Gea ya muestra sus inclinaciones y simpatías hacia los que serán sus nuevos compañeros.
Cuenta hoy el diario As que en la última concentración de la selección española el guardameta estuvo mucho más unido y arropado por Ramos que por un Casillas con quien incluso evidenció una cierta relación de frialdad en entrenamientos y a su llegada a la concentración de 'La Roja'.
Iker, siempre elemento independiente dentro del vestuario del Real Madrid (no tanto así en España), sabe que el madrileño será su nuevo rival en la meta blanca, de ahí que quizá haya cambiado el gesto con respecto a los últimos 'stage' de la vigente campeona del Europa.
El portero ha ido variando su actitud en el Real Madrid a lo largo de los años. También ha cambiado los grupos en los que se ha apoyado. Alguno de sus compañeros le definen como un 'alma libre'.
El pasado verano Ramos y Cristiano Ronaldo le arroparon y acercaron posturas con el capitán después de que el curso anterior, el de la Décima, su rol y situación con respecto a Diego López provocara algún distanciamiento en el vestuario merengue.
Una cena en el domicilio del luso fomentó una alianza que esta temporada se ha mantenido, aunque de ese trío el vínculo más intenso lo han formado (y aún lo forman) el propio CR7 y un Ramos con el que ejerce la capitanía de 'facto' del Real Madrid. Cada uno de ellos, por su lado, mantiene buenas relaciones de manera especial con núcleos diferentes equipo.
Así, el delantero tiene un trato más que especial con Coentrao (su mejor amigo), Pepe, Marcelo (recuperó hace poco su amistad), James y Casemiro, al que cuidó en su salto a la primera plantilla y al que seguramente respalde de nuevo ahora que vuelve del Oporto.
Ramos, por su parte, suele mostrarse cercano con los españoles, esto es, con Isco (al que también profesa un notable afecto Cristiano), Illarramendi (también cercano a Casillas), Nacho, Carvajal o Jesé.
También tiene un posicionamiento cordial con Arbeloa. El lateral, sin embargo, apenas mantiene relación con Casillas. El núcleo principal de apoyos del salmantino lo formaban Xabi Alonso y Diego López. Sin ambos, Jesé, Illarramendi, Keylor Navas y Chicharito conformaron el pasado curso sus vínculos más cercanos.
El portero suplente del Real Madrid y el mexicano fueron, por su parte, un grupo aparte. Su situación profesional les hizo tener un especial afecto mútuo. Navas también tiene una relación excelente con James y Marcelo.
Entre tanto, Bale sigue siendo un 'verso suelto' con Modric como mejor apoyo en el vestuario. El croata, por su parte, tiene una unión excelente con Marcelo (se llaman hermanos), Casillas y Pepe.
Kroos se mantiene en posiciones equidistantes. Le unía una relación más cercana a Khedira, aunque su manejo del inglés le ha permitido tener buen rollocon los anglo-parlantes del equipo. Por último, Benzema y Varane, los dos franceses del equipo, forman una pareja con buen trato entre sí. El delantero también se siente querido por pesos pesados como Ramos y Cristiano. El central tiene buen rollo con sus compañeros de defensa y en especial con Pepe.