Fútbol

ANÁLISIS - El largo camino del metódico Rafa Benítez hasta el Real Madrid

Por Tim Hanlon

BARCELONA (Reuters) - Una fuerte ambición y un meticuloso estudio del juego han marcado el paso de Rafa Benítez por las principales ligas de Europa y ahora vuelve al Real Madrid, el club de su ciudad natal, para asumir uno de los trabajos más difíciles como entrenador.

Benítez se marchó del Nápoles la semana pasada para tomar el testigo del destituido Carlo Ancelotti como técnico del Real Madrid, donde los ojos del impaciente y poderoso presidente Florentino Pérez estarán sobre él desde el minuto uno.

Pérez fue de lo más implacable al destituir a Ancelotti tras una temporada sin un gran trofeo después de haber conseguido para el club la deseada décima Copa de Europa en el debut del italiano en 2013-2014.

El nombre de Ancelotti fue ovacionado en el Bernabéu en su último encuentro de Liga el mes pasado, cuando la afición anticipaba su marcha y su estilo afable le hizo ganarse la simpatía de los jugadores, que le apoyaron hasta el final.

Una de las primeras tareas de Benítez cuando la plantilla vuelva a los entrenamientos será ganarse la confianza del equipo, particularmente de aquellos como el máximo goleador Cristiano Ronaldo, que claramente no quería que Ancelotti dejara el club.

Benítez tenía 19 años y esperaba subir al segundo equipo del Real Madrid cuando sufrió una lesión en el ligamento de la rodilla que acabó con sus posibilidades como jugador, lo que produjo un cambio natural hacia el cuerpo técnico debido a su capacidad analítica.

"Es cierto que cuando jugaba muchos compañeros me decían que hablaba demasiado, pero no lo podía evitar", dijo Benítez en declaraciones recogidas por Marca esta semana.

"No era por desmerecer a nadie, yo veía cosas que otros no veían e intentaba lo mejor para el equipo. No eran broncas, eran observaciones", añadió.

Benítez se graduó como entrenador del equipo juvenil en el Real Madrid y pasó a equipos españoles más modestos en los que forjó su filosofía como entrenador. Evaluaba metódicamente las sesiones de entrenamiento y apuntaba sus observaciones.

En 1999 se tomó un año para observar y aprender de otros entrenadores de Europa y después de ese receso comenzó a disfrutar del éxito, primero con el Tenerife y luego sobre todo en Valencia, donde ganó dos títulos de Liga y la Copa de la UEFA.

Benítez había desarrollado una reputación como entrenador defensivo, pero atrajo la atención de uno de los mayores clubes de Europa y empezó a entrenar al Liverpool.

En Merseyside será siempre recordado por su victoria de la Liga de Campeones en 2005, pero no pudo avanzar a partir de ahí y el equipo parecía haber perdido el rumbo cuando se fue en 2010.

UN HISTORIAL IRREGULAR

Desde entonces, su historial ha sido irregular, con periodos cortos en el Inter de Milán y el Chelsea antes de asumir el cargo de técnico en el Nápoles.

Su estilo de juego evolucionó en el club italiano, pasando más al ataque, donde prefería tener un tridente tras el principal delantero, habitualmente el madridista Gonzalo Higuaín, y se espera que aporte un fútbol entretenido en el Real Madrid.

Sin embargo, es discutible si realmente mejoró al Nápoles, al que dejó sin haberse clasificado para un puesto de Liga de Campeones esta temporada.

Ahora, dado el respaldo económico en el Real Madrid, necesitará conseguir rápidamente trofeos importantes, y aunque en el pasado ha dicho que está a favor del modelo inglés, en virtud del cual los técnicos tienen un tiempo para acomodarse, en Madrid no disfrutará de ese lujo.

Otra temporada sin al menos un trofeo importante y Pérez buscará un reemplazo para Benítez, décimo entrenador que ha contratado en sus dos periodos de seis años al mando del club más rico del mundo por ingresos.

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