
Luka Modric, mediocampista croata del Real Madrid, podría estar disponible para jugar las semifinales de la Champions League, al menos el partido de vuelta. El futbolista está siguiendo en una clínica de Vitoria un tratamiento novedoso que podría acelerar los procesos de recuperación y reducirlos hasta la mitad.
El Real Madrid tienen la esperanza de que las técnicas que se le están aplicando permitan una notable mejoría gracias a la mano del doctor Mikel Sánchez, una eminencia en el uso de factores de crecimiento para mejorar lesiones musculares que afecten a articulaciones.
El jugador no debería volver a los terrenos de juego hasta la última semana de mayo. Es decir, que en el mejor de los casos, el futbolista estaría listo para jugar la finalísima (si el Real Madrid se clasificase), toda vez que ese fin de semana no hay Liga.
En España se juega la Copa del Rey. Si se consiguiera esta reducción 'milagrosa', el croata podría llegar a tiempo para el choque de las semifinales que se disputa el 12-13 de mayo. Al menos estaría listo para disputar algunos minutos, con lo que eso ya supone. También llegaría a los limosos partidos de Liga.
Los 'milagros' del doctor Sánchez
Modric ya pasó por sus manos después de que se produjera un arrancamiento del tendón proximal del recto femoral izquierdo. En un primer momento se pensó que debería pasar por quirófano, pero el tratamiento conservador y las novedosas técnicas del doctor González evitaron la cirugía y, sin ella, los tiempos de recuperación no se prolongaron.
Modric no es el único deportista de élite que se ha puesto en sus manos. Entre los más conocidos, Rafa Nadal. El tenista pasa por las manos de este galeno cada vez que arranca la temporada, lo que ha mejorado sensiblemente sus problemas de rodilla, los mismos que le obligaron a parar durante casi todo 2011.
Los culés Xavi Hernández, Carles Puyol o Pedro Rodríguez son otros de los famosos que se ha tratado con éxito gracias a sus técnicas. En 2010 los tres jugadores del Barça aceleraron 'milagrosamente' sus proceso de recuperación gracias a estas técnicas que consisten en la extracción de sangre de los deportistas afectados.
Esta sangre pasa luego por un sistema de centrifugado que separa los llamados factores de crecimiento de las plaquetas del resto de sus componentes. Una vez localizados, se extraen y se inyectan de nuevo en la zona afectada, mejorando, sin que se considere doping, la recuperación de estos tejidos.
El método se basa en extraer sangre del jugador, centrifugarla, localizar los factores de crecimiento de las plaquetas y volver a inyectarlos en la zona de la lesión