
España sigue en caída libre. La vigente campeona de Europa perdió ayer ante Holanda un nuevo amistoso en el que su imagen, otra vez, fue de todo menos positiva. Sin intensidad y, lo que es más infrecuente, sin apenas fútbol, se dejó superar pasar por encima. Con ésta, suma 6 derrotas en los últimos 10 partidos sin que la renovación del equipo o los cambios introducidos sean suficientes para llamar al optimismo de cara a la Euro de Francia del año que viene. La posición de Vicente del Bosque empieza a ser compleja. ¿Debería dimitir como seleccionador? ¿Debería ser cesado? ¿Tiene que continuar? Razones hay para apoyar su marcha y su continuidad. Son las siguientes
Cinco razones para su salida
1.- Exceso de conformismo
Pese a los malos resultados de España, el seleccionador no se muestra excesivamente autocrítico. Es más, insiste con frecuencia en hablar de exceso de 'pesimismo', dejando entrever que las críticas que recibe su equipo y su propia gestión son fruto más de una inercia negativa del público que de la situación real de la escuadra que dirige. "Ha sido una experiencia positiva", comentó ayer tras el duelo en el Amsterdam Arena
"El primer pensamiento que tengo es que parece imposible que no hayamos marcado algún gol. Veinte minutos nos han lastrado todo el partido. Ha sido una experiencia positiva en muchas cosas, nos vamos con una derrota pero no tan descontentos como muestra el resultado", afirmó para sorpresa de los periodistas que recogieron sus palabras en zona mixta. La mayoría coincidió en afirmar que Del Bosque pecó de optimismo en estas declaraciones.
2.- Bloqueado por la gratitud
España ha realizado cambios con respecto a los últimos campeonatos pero, en verdad, no han sido tantos como quizá invita a pensar la situación actual de España. Ante Ucrania, el viernes pasado, la alineación contaba con seis jugadores que ya jugaron de inicio en el España-Suiza con el que los nuestros debutaron en el Mundial de 2010, a saber: Casillas, Ramos, Piqué, Busquets, Silva e Iniesta. En la lista también había veteranos como Jordi Alba, Albiol, Cesc, Cazorla o Pedro.
De los once jugadores nombrados, algunos se encuentran en un momento malo de forma, pero el seleccionador sigue confiando en ellos por una cuestión de 'gratitud', como él mismo ha afirmado en varias ocasiones. Este sentimiento le impide tomar decisiones quirúrgicas que revitalizaran al equipo. La llegada de otro técnico podría acelerar este paso.
3.- Una lista 'a ciegas'
Además del aspecto recogido en el punto anterior, algunos de los jugadores a los que convoca Del Bosque han llegado a la Selección sin que el seleccionador los haya visto en directo. Albiol, Cesc, Silva, Bernat, Morata, De Gea o Cazorla han sido llamados al equipo sin que el preparador haya viajado a Inglaterra, Italia o Alemania para ver, in situ, su evolución.
Esta falta de movilidad no permite al preparador contemplar también sobre el terreno la evolución de otros jugadores que llevan tiempo llamando a 'La Roja', como Callejón, Mata, Herrera, etc.
4.- Falta de motivación
Una de las principales características de Del Bosque es su carácter calmado y afable frente a caracteres más pasionales como los de Luis Aragonés o Camacho, por citar a dos seleccionadores recientes. Este temple le permitió salvar la crisis de la era más turbia entre Real Madrid y Barça, pero le está frenando a la hora de inyectar motivación a su plantilla y jugadores.
La mayoría señala al 'Sabio de Hortaleza' y su temperamento como el origen del resurgir español cuando todo parecía apuntar a que España se quedaría fuera de la Euro 2008. Ahora se echa de menos esa inyección de moral, algo que se nota en el campo en forma de apatía por parte de los futbolistas.
5.- Sin cambio de estilo
España sigue tratando jugar a lo mismo de siempre. El combiando nacional apenas ha experimentado una evolución en su juego. Es más, si algo ha sufrido es una involución. La posesión sigue siendo el 'modus operandi' del equipo, pero se desarrolla sin velocidad, con jugadores que apenas 'atacan' los espacios y abusando en exceso del juego interior. La opción de tener un plan B como sucedía con Navas o Pedro (extremos que rompían por velocidad) o Llorente (uso de un 9 de referencia para buscar el juego por alto y el choque) es ya casi inexistente.
Cinco razones para su continuidad
1.- Escaso tiempo hasta la Euro.
Una de las razones que va en contra de la salida inmediata de Del Bosque es que apenas queda un año para que se juegue la Eurocopa. España está enfrascada en plena clasificación y el nombramiento de otro técnico apenas le dejaría tiempo para experimentar, amén de que un mal papel en el torneo podría suponer una hipoteca pesada para el futuro.
2.- La responsabilidad de los futbolistas
Aunque Del Bosque es el encargado de seleccionar a los jugadores y, por lo tanto, él es el responsable último de que los hombres que lleguen lo hagan plenos de motivación, también hay que poner la lupa sobre algunos jugadores que, destacando en sus clubs, con España juegan sin apenas intensidad. Una carencia de motivación que por momentos roza la desgana y en la que los propios jugadores tienen también mucha culpa.
3.- Escasa materia prima
Otro problema para España es que, más allá de los nombres que han ido en los últimos partidos (casi 40 jugadores desde el Mundial), no hay sensación de que ningún jugador esté rompiendo realmente la puerta para hacerse con un hueco en la roja.
Los casos son contados: amén de los citados Herrera, Callejón o Alcacer y algún que otro futbolista más, pocos 'novatos' están haciendo méritos excesivos. Asunto distinto es que se puedan reciclar a veteranos con ansias por volver a la 'Roja' o debutar como internacional, como sucede con Gabi, Llorente, Navas, Mata o Sergio García.
4.- Europa también sufre
Un vistazo al resto de selecciones europeas demuestra que el resto de equipos del Viejo Continente no están mucho mejor. Alemania sufrió la semana pasada contra Australia y no convenció ante Georgia pese al 0-2. Ayer Portugal perdió frente a Cabo Verde (0-2). Italia está inmersa en un fuerte debate sobre la nacionalidad de sus seleccionados e incluso Holanda llegó al amistoso de ayer con un buen puñado de dudas que ponían en duda a Hiddink.
5.- Las transiciones son duras
Si algo nos enseña el periplo de otras selecciones campeonas es que las transiciones de un equipo vencedor son complejas. Francia abandonó la época de Zidane con el ridículo (motín incluido) de Sudáfrica. La Italia de Cannavaro aún se lame sus heridas tras caer rápidamente en torneos como la Confederaciones 2009 o los mundiales 2010 y 2014. Brasil, tras la gloria de los Ronaldo y compañía, aún no ha encontrado el modelo con el que sentirse grande una década después. Y así, suma y sigue.
Buena prueba de que Del Bosque, en este sentido, tampoco lo tiene fácil.