Diego Pablo Simeone y Germán, el 'Mono' Burgos casi llegaron ayer a las manos con el técnico del Bayer Leverkusen, Roger Schmidt, durante el encuentro que midió al Atlético y a los alemanes en la ida de octavos de final de la Champions League.
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El partido estuvo marcado por el juego intenso y, por momentos, duro de los germanos, algo que sorprendió y enfadó mucho a un Atlético que vio como en apenas media hora debía retirar a dos hombres (Siqueira y Saúl) por sendas lesiones.
La permisividad del colegiado, el checo Kralovec, no gustó nada al cuerpo técnico de los colchoneros. En la primera parte sólo mostró una amarilla y tuvo que esperar al minuto 35 para hacerlo. El defensa griego Papadopoulos fue el amonestado.
Ante esta actitud, tanto Simeone como Burgos fueron aumentando el volumen de sus protestas. Una de ellas provocó la reacción airada de Schmidt, que se lanzó con virulencia hacia el 'Mono' mientras ésta se quejaba al cuarto árbitro. Tuvo que ser este asistente el encargado de separar ambos técnicos.
Cuando todo parecía quedar en un simple pique, Simeone acudió a la escena para encararse con Schmidt. Burgos contraatacó y, según revelaron las cámaras de televisión, llamó "puto" al alemán al tiempo que le sacaba la lengua.
Finalmente este conato quedó en un pique más que no tuvo continuidad en las palabras de Simeone tras el partido. Al acabar el choque, Schmidt dio la mano a un Simeone huidizo que, con todo, fue cortés en sala de prensa: "Han jugado un partido intenso y en eso han estado muy bien. Les felicito", dijo el preparador sin querer echar más leña al fuego.
Schmidt, sin embargo, no actuó del mismo modo. "El Atlético usa a su segundo entrenador para provocar al entrenador rival. Es una táctica. Le dije que se callara. Le hable en alemán porque no creo que entienda el inglés", comentó en una entrevista post-partido realizada por la cadena ZDF.
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Un Atleti desquiciado
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