Isco Alarcón vive su mejor momento en el Real Madrid. En año y medio en el equipo blanco, el malagueño ha dado en estas últimas semanas el puñetazo en la mesa necesario para exponerse como el resultado del proyecto de jugador de élite que se presuponía en su paso en el Málaga. Respecto al '23', las sensaciones son de una reciente confianza de Carlo Ancelotti. Sin embargo, los números engañan.
Tal y como reflejan los datos recogidos por Marca, Isco es el jugador que ha participado en más partidos en la era Ancelotti. Del total de 100 partidos oficiales al mando de 'Carletto', Isco ha jugado 89, por encima de los 88 de Benzema, los 82 de Cristiano y los 80 de Sergio Ramos. En minutos jugados, es el séptimo, con 5.707. Solo Cristiano, Benzema, Bale, Ramos, Pepe y Marcelo suman más que él. Con estos datos, se puede asegurar que Isco es uno de los fundamentales del técnico italiano.
Eso a pesar de la idea que estaba instalado en el grueso de la mundo futbolístico. Lo cierto es que el curso pasado se habló de un jugador con un papel secundario en el Real Madrid. Ahí también la realidad desmintió a las señales: Isco fue el jugador que participó en más partidos, con 53. En lo que va de curso 14/15, está en la segunda posición, empatado a 36 con Marcelo y Benzema. Solo Kroos, con 38, está por delante.
La presencia de Isco en los partidos no ha sido testimonial, es decir, no ha salido en los denominados minutos de la basura con frecuencia. En lo que va temporada 14/15, ha disputado 2.541 de los 3.240 que deparaban los 36 partidos con él sobre el césped, un 78% de los minutos jugador. El porcentaje, lógicamente, bajó en el pasado curso, pero aún así fue de un 65%, jugó 3.166 minutos de 4.800 posibles. Solo en 25 de sus 89 partidos jugados ha estado 45 minutos o menos en el césped, un 28%.
Todos estos números tumban las creencias engañosas que Isco había levantado. El '23' ha dado un salto de calidad, juega más y es mucho más importante, pero no ha llegado en estos últimos meses a las alineaciones. Su trayectoria sí es ahora más señalada y atrae la atención de todos: ésa es la diferencia. Pero Isco siempre estuvo ahí.
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