Es uno de los grandes iconos de la historia del deporte, para una gran mayoría el mejor jugador de todos los tiempos, y como gran genio que se precie, su vida está repleta de excentricidades y decisiones propias de tipos únicos, genuinos. Unas comprensibles, otras no tanto. La vida de Michael Jordan ha estado salpicada de grandes sobresaltos, de vaivenes importantes, y todos ellos de una gran repercusión mediática como corresponde a un personaje de su talla. Desde su doble retirada del mundo del baloncesto hasta su incursión en la Major League Baseball (MLB), pasando por el asesinato de su padre o la reciente polémica con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en relación al golf y al estilo de juego del máximo mandatario de la primera potencia mundial. Es la historia que hoy nos cuentan desde la revista Elite Sport.
Precisamente el golf vuelve a ser protagonista en la vida del seis veces ganador del anillo de la NBA. Quién sabe si aburrido de su aventura en los Charlotte Hornets, franquicia de la que es co-propietario desde el año 2006, Jordan ya tiene su mente puesta en otro proyecto.
Su equipo lucha por meterse en los play off por el título, y su actual undécima posición en la Conferencia Este no apunta buenos augurios, a pesar de encontrarse a tiro de victoria de los Brooklyn Nets (octavo y último equipo que accedería en estos momentos a las eliminatorias por el campeonato). Pero un tipo ganador como el de histórico '23' no parece muy cómodo en esa posición de perdedor, o al menos de poco triunfador, justamente lo contrario a lo que ha hecho toda su vida, vencer.
¿Y qué se le ha pasado por la cabeza al bueno de Jordan? Conocida su facilidad para gastar dinero, unas veces (las más) de manera acertada y otras (las menos) no tanto, le ha rondado la idea de montar su propio club de golf. Ahí es nada.
Su afición y pasión por este deporte son más que conocidas, incluso apuntan a que su nivel de juego es francamente bueno. Obama llegó a bromear diciendo "no hay duda de que Michael es mejor que yo. Yo no he podido jugar dos veces al día durante quince años". No hay duda de que si el proyecto del ex jugador de los Bulls se lleva a cabo jugará más de dos días en semana probablemente y dé la razón a la irónica declaración del presidente.
La idea no es vaga, y es que incluso parece que ya tendría elegido el lugar en el que llevar a cabo ese majestuoso campo. Unos terrenos en las cercanías de Hobe Sound, muy próximos al lujoso Medalist Golf Club (Florida), donde golfistas de la talla de Tiger Woods o Rickie Fowler son socios. La noticia ha corrido como la pólvora y los rumores no han tardado en dispararse.
Todo tipo de interpretaciones, algunas que apuntan a que Jordan estaría harto del club al que suele ir a jugar, el Bear?s Club, al parecer porque allí se juega muy lento en opinión de la mega estrella. Hombre, un poco especial siempre fue el gran Michael.
Los que le conocen apuntan a que su juego en el golf es como sus penetraciones en el baloncesto, endiabladas. No hay respiro, Jordan no utiliza este deporte para relajarse como hacen muchos. El gen competitivo y la ansiedad por ganar recorren su cuerpo cada vez que sale al tee.
Es genético, no lo puede evitar. Quizá por ello quiera crear un campo y un club a su imagen y semejanza, donde los socios tengan un estilo de juego parecido al suyo. Puede parecer una locura, pero claro, cuando tienes tantos millones en la cuenta corriente te puedes permitir este tipo de lujos. La duda que puede generarnos ahora es: ¿cuánto le va a durar su nuevo capricho?
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