
Cristiano Ronaldo se ha visto superado por los acontecimientos. La fiesta de su 30 cumpleaños celebrada tras la derrota por 4-0 en el derbi ante el Atlético de Madrid ha desembocado en una de las semanas más convulsas desde su llegada a la 'casa blanca'.
Pero todo se podía haber evitado si el portugués hubiera calibrado mejor las consecuencias de sus actos. Y es que, según informa ABC, la publicación de imágenes y vídeos del interior de la fiesta contaba con su absoluta complacencia.
El luso conocía que estaba siendo retratado y filmado. Y no prohibió dicha difusión. Hasta tal punto que el propio animador de la fiesta, el latinoamericano Kevin Roldán, fue uno de los que desveló algunas de las imágenes más controvertidas.
El entorno de Cristiano no esperaba que la publicación del material de lo allí ocurrido fuese a crear controversia. Claro error, teniendo en cuenta que todo lo que ocurre en torno a este tipo de jugadores acaba dando la vuelta al planeta en un mundo tan globalizado como el actual.
Por su parte, Iker Casillas sí tuvo en cuenta este hecho, dado que esa misma noche celebraba en la más absoluta intimidad el cumpleaños de su pareja sentimental, Sara Carbonero, sin que se hayan filtrado imágenes de la misma.
El ruido generado en el seno del vestuario blanco se ha producido en cierta medida por la comparación de uno y otro festejo, toda vez que no todos en el grupo comparten la manera de celebrar del portugués y la publicidad dada al evento, especialmente tras el doloroso resultado deportivo cosechado apenas unas horas antes.