
El derbi madrileño de la Liga BBVA disputado entre Atlético y Real Madrid en el estadio Vicente Calderón de la capital española comenzó con un gol del equipo local cuando aún no se había llegado al cuarto de hora de partido.
El portugués Tiago fue el encargado de abrir el marcador con un disparo desde la frontal del área. El portero blanco, Iker Casillas, puso la mano, pero lo hizo de forma excesivamente blanda, y el esférico acabó colándose mansamente en la línea de gol.
El Calderón agradeció el fallo del portero rival y coreó 'Iker Iker', recordando la acción similar ocurrida en la reciente final de Champions, en la que Casillas estuvo errado en la acción que supuso el tanto de Godín para abrir el marcador.