Fútbol

El Real Madrid potencia su plan para suceder a Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo abraza a Bale para celebrar un gol. Imagen: Reuters

Cristiano Ronaldo cumplió este jueves 30 años. Ha entrado, por lo tanto, en una década clave para la carrera de todo futbolista profesional. La década del adiós. Aunque mantenerse hasta los 40 años sea uno de los cinco retos que se ha marcado para el futuro, lo cierto es que en el Real Madrid siempre han dudado de cuánto le durará la gasolina a su futbolista emblema. Por eso han trazado un plan para su sucesión. Un plan que lleva en marcha desde el verano de 2013. El fichaje de Bale y su potenciación dentro del club forma parte de la estrategia para relevar al portugués en el futuro más inmediato.

En los últimos días desde el club se han cuidado mucho en mimar al 'Expreso de Cardiff' y aislarle de las críticas por su exceso de egoísmo.

Le han sugerido que, ahora que Cristiano anda tocado, asuma más protagonismo. Que se la juegue él. Y Bale ha ejecutado a la perfección esta sugerencia dejando contento a un palco que entiende que ha asumido galones y que, por lo tanto, ha comenzado a entender el rol que tendrá en un futuro no muy lejano. El rol de ser el sustituto de Cristiano.

¿Cuándo le cederá definitivamente el testigo? Esa es la gran duda.

El tres veces ganador del Balón de Oro tiene contrato hasta 2018. Mientras que algunas esferas del Real Madrid sugieren una venta anticipada para sacar rédito económico a su mejor jugador, otras piensan en mantener al portugués en sus filas hasta que su relación laboral expire para, después, dar honores de leyenda al mejor fichaje blanco desde la llegada de Di Stéfano.

En cualquier caso, se dé como se dé su despedida, en Madrid respiran tranquilos. Saben que su sucesor está en casa y que, visto lo visto, puede dar un rendimiento similar al que ha ofrecido Cristiano en los últimos tiempos.

Un relevo que viene de lejos

Los primeros contactos para traer a Bale al Real Madrid comenzaron cuando, durante el proceso de renovación de CR7, el luso dejó entrever que había opciones de marcharse. Eran los días de su "tristeza", los días de su distancia abismal con Florentino Pérez, al que apenas hizo caso en la mañana en la que la plantilla se hizo la foto oficial de la temporada 2012-2013.

Entonces la cúpula merengue entendió que asegurar el relevo de Cristiano (terminase renovando o no) era importante, fuese cual fuese el momento en el que se produjera. Si conseguían prolongar la estancia del luso y facilitar así la transición, mejor que mejor.

En caso contrario, había que buscar un sustituto 'inmediato'. Cristiano terminaba contrato el 30 de junio de 2015 y eso exigía medidas aceleradas. Medidas con nombre de fichaje galáctico y juego muy parecido al de Cristiano. Gareth Bale era esa solución.

La maquinaria merengue para fichar al ex del Tottenham se puso en marcha en octubre de 2012, justo después de que estallara la crisis entre CR7 y la directiva. Fue ahí cuando comenzaron los verdaderos y serios contactos para hacerse con el ahora '11' blanco.

Finalmente, ambos procesos salieron a pedir de boca. Cristiano renovó y lo hizo disparando su compromiso con el Real Madrid. Casi al mismo tiempo, y tras largas y tediosas negociaciones, Bale fichó por 101 millones de euros. Final feliz que no terminó con las dudas sobre el estado físico de Cristiano Ronaldo.

Pendientes de su rodilla

En el proceso de renovación de Cristiano Ronaldo su estado de forma físico siempre estuvo presente. El club tenía miedo de blindar con un mega contrato al jugador y que, de una temporada para otra, su importancia se viera reducida a causa de algún que otro problema físico.

Para explicarlo mejor algunos directivos hablaban de miedo al efecto 'Kaká', esto es, miedo a que Cristiano diera un notable bajón en su rendimiento cuando su cuerpo dijera 'basta' y acusara el desgaste que todo jugador sufre en el tramo final de su carrera. El portugués, al igual que le sucedía a Kaká, es un futbolista que vive de sus extraordinarias condiciones físicas.

En el caso del brasileño, cuando éstas se esfumaron, lo hicieron también sus días de gloria. El Real Madrid sufrió este declive y lo hizo abonando un salario de lujo a un jugador que, aquejado de problemas de rodilla (como Cristiano), nunca cumplió con las expectativas generadas a su alrededor.

Después de duras reuniones entre José Ángel Sánchez, director general del club blanco, y Jorge Mendes, agente de Cristiano, el luso renovó su contrato, pero las dudas a que sufriera ese efecto 'Kaká' jamás desaparecieron. Hoy, cuando Cristiano suma ya 30 años, lejos de evaporarse, se han hecho más presentes que nunca.

La rodilla derecha del portugués ya le ha dado más de un susto. Él mismo reconoció que el curso pasado pudo haber puesto punto y final a su carrera después de forzar más de la cuenta para estar en la final de la Champions de Lisboa y jugar el Mundial de Brasil. Después de un arranque de campaña con algún que otro susto (Cristiano se perdió el comienzo del campeonato) todo parecía ir como la seda hasta que el inicio de 2015 volvieron a emerger los problemas. La tendinitis del portugués le ha vuelto a avisar.

Su rendimiento ha bajado y el club ha aprovechado los dos partidos de sanción que se le han impuesto por su expulsión en Córdoba para someterle a un plan de recuperación física especial que permita devolverle a su mejor versión.

Con todo y con eso, aunque el mejor CR7 vuelva a escena, estas recaídas confirman entre ciertos sectores de la directiva que hicieron bien fichando a Bale como futuro sucesor de un jugador que, pase lo que pase, ya por siempre será Historia grande del club más laureado en el Viejo Continente.

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