
El FC Barcelona atraviesa un momento complicado institucionalmente hablando. La imputación de Josep María Bartomeu por el caso Neymar, lejos de unir a los integrantes del club, han provocado una notable tensión entre sus integrantes e incluso el entorno que habitualmente le apoya. Una brecha que el propio Bartomeu se ha ocupado de acrecentar con su discurso acusador contra los poderes del Estado (e indirectamente, contra el Real Madrid) por estar, según su visión, detrás del proceso.
Fue este discurso el que provocó las reacciones más tensas. La única que llegó procedente del vestuario culé se produjo en Qatar. Allí, en el seno de un acto promocional vinculado con el Barça y su principal patrocinador, habló Piqué.
El defensa central se refirió al caso sin detenerse demasiado, aunque dejó entrever que no hace demasiado bien al equipo.
"Nosotros podemos ayudar desde dentro a conseguir estabilidad, pero no es algo que dependa de nosotros solos", comentó sabedor de que no es el mejor momento para que bajen aguas revueltas del palco al césped. Los de Luis Enrique han recuperado el ritmo de triunfos. Lo mejor es no tener distracciones, y menos de este tipo.
Una junta desunida
La tensión es máxima en la junta directiva culé. Ya la semana pasada se pudo palpar la desunión entre los directivos y en especial entre Toni Freixa, ex portavoz culé, y el propio Bartomeu. El primero le reprochó al segundo dirigir el club a su antojo sin contar con el resto de sus compañeros en asuntos como el patrocinio de Qatar o la convocatoria de elecciones.
Este nuevo giro en el caso Neymar no ha hecho más que radicalizar ambas posturas. Mientras unos, los favorables a Bartomeu, se vuelcan en defender al presidente, otros, los contrarios, mantienen una fría posición distante mientras en privado filtran su desavenencia contra el dirigente. Es más, alguno ha llegado a sugerir que deberían convocarse elecciones anticipadas ya mismo, una vía a la que Bartomeu no piensa acceder.
Una prensa crítica
Mientras, desde la prensa culé las opiniones se dividen entre los que apoyan el discurso de Bartomeu y los que lo critican. Los primeros aseveran que asuntos como el de Messi vienen a reforzar la teoría del presidente: hay una persecución al Barça. Es la versión que ayer ofreció Mundo Deportivo.
Otros medios como Sport o El Periódico, sin embargo, le retiran su apoyo. Apuntan, más bien, a una dirección contraria. Ambos rotativos lamentan la falta de autocrítica en las palabras del presidente. "No siempre la culpa de todo la tienen los otros", se leía este miércoles en sus páginas.
La política le da la espalda
Entre tanto, la política, ésa a la que Bartomeu hizo mención para justificar la supuesta persecución al Barça, no se ha posicionado al lado del presidente. Formaciones catalanas con representación en el Congreso de los Diputados no se posicionaron de su lado. Uno de los más duros fue Joan Coscubiela, portavoz de Iniciativa per Catalunya-Verds. "Lleva razón Bartomeu cuando dice que hay una conspiración. La hay contra los que defraudan a Hacienda. Que se deje ya de ver manos negras", comentó a La Sexta.
Menos tajante (pero igualmente distante) se mostró Jordi Jané, portavoz adjunto de CiU. "Hay que confiar en la independencia de los tribunales", comentó.