Dani Alves está siendo el objeto de una pugna en la sombra entre Luis Enrique y la directiva del Barcelona. Curiosamente, uno de los que estaban más predestinados a irse del club el pasado verano, es ahora uno de los indispensables para el entrenador. Y su futuro está en el aire.
"El Barça no se ha puesto en contacto con nosotros. Alves está más fuera que dentro", aseguró la representante del jugador brasileño, que días antes había afirmado que el Barcelona se arriesgaba a dejar "escapar gratis al mejor lateral". Meses atrás también lanzaba un mensaje, diciendo que no le faltaban novias.
Lo cierto es que a pesar del rechazo de la directiva a atarle por más tiempo, Alves es el cuarto jugador más usado por Luis Enrique, con 2.064 minutos. El carioca ha tenido un mejor rendimiento que en el curso anterior, y 'Lucho' ha contado siempre con él.
Al margen de Alves, el Barcelona apenas tiene alternativas de cierta entidad. Queda Montoya, relegado al ostracismo por Luis Enrique. También queda Douglas, siempre bajo sospecha. Adriano también valdría para el puesto, pero sus recurrentes lesiones son un hándicap.
Así, el puesto queda demasiado pendiente de Alves, sin casi competencia. El Barcelona tendría que optar por subir a algún jugador del filial o confiar su suerte a alguno de los rechazados en el primer equipo por Luis Enrique. Ambas opciones son de escaso entusiasmo competitivo, viendo las necesidades de un equipo campeón como el culé.
Y en este contexto, la sanción al Barcelona que le prohíbe fichar hasta enero de 2016. Por esta razón, las dudas que hay con el 'caso Alves' ponen en claro peligro el lateral derecho culé, que está expuesto a un año de verdadero peligro.
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Un vuelco obligado