
El fiscal solicitó este lunes la imputación de Josep María Bartomeu, presidente del FC Barcelona, por el denominado caso Neymar. Entiende que el mandatario pudo defraudar 2'8 millones de euros en el fichaje del brasileño. En el club catalán aún no hay reacción oficial al respecto, pero desde dentro se filtra la idea de que la Fiscalía está tratando de presionar a los blaugrana con este tipo de decisiones para que acabe aceptando el acuerdo ofrecido al club. Un acuerdo que podría mandar a la cárcel a alguno de sus dirigentes o ex dirigentes.
Es la visión que existe en el Camp Nou según desvela el diario Marca. Una visión que se resumen de manera sencilla. Y es que el acuerdo propuesto supuestamente por la Fiscalía pasa por la admisión del delito por parte del club. Esto reduciría el pago de la multa que quedaría establecida en unos nueve millones de euros.
¿Dónde radica la negativa del Barça a llegar a este acuerdo?
Primero, en la admisión del delito en sí mismo. Los mandatarios culés creen que no cometieron falta alguna y piensan mantener esta postura hasta el final para defender su honor y el del club. Además, la admisión de este delito implicaría seguramente cárcel para Sandro Rosell, ex presidente blaugrana, como máximo responsable de la operación. La posible pena es variable.
Hay fuentes que afirman que quedaría en apenas cuatro meses y le evitaría la entrada en prisión (aunque sí tendría antecedentes penales). Otras, sin embargo, hablan de un plazo mayor a dos años, lo que le obligaría a entrar en la cárcel.
De ahí esta negativa constante del Barça a llegar a un acuerdo, aunque ahora sea Josep María Bartomeu uno de los máximos señalados por este caso que, con todo, tiene una segunda lectura deportiva: el coste definitivo del fichaje del Neymar debería haber sido de 94.892.181 euros, esto es, 12 millones de euros menos de los que se pagaron inicialmente.
Esta diferencia de doce millones de euros es lo que el fiscal exige a club e caso de que haya acuerdo (tres millones de euros ya se pagaron por adelantado). En caso de que no haya acuerdo, el Barça se enfrenta a la opción de pagar esta cifra, más las multas, más la posibilidad de que haya penas de cárcel para los principales implicados.