Fútbol

Isco o como ser una versión mejorada de Andrés Iniesta

Isco deja sentado a Mikel González el pasado sábado. Imagen: EFE

Francisco Alarcón, Isco, está viviendo una temporada de ensueño en el Real Madrid. Tras un inicio de curso extraño (apareció y desapareció del once en función de las lesiones de sus compañeros), la baja prolongada de Modric le ha dado la ocasión definitiva para reivindicarse como un titular indiscutible. El malagueño mueve al equipo en ataque a su antojo y en defensa presenta un porcentaje elevado de robos de balón, amén de una presión incansable que le convierte en uno de los hombres más importantes en la recuperación del esférico. Compendio de virtudes que le transforma en uno de los hombres del momento en el campeonato y una suerte de versión evolucionada del Andrés Iniesta que maravillaba con el Barça hace un par de temporadas.

El juego de uno y otro se parecen. De pierna diestra, los dos desarrollan mejor sus virtudes en la banda izquierda. Pueden jugar de interiores o extremos por ese costado y presentan incluso un tipo de regate parecido, más basado en los amagos que en la finta, más ilusionistas que ejecutores de filigranas al estilo de los regateadores de la vieja escuela.

Sin embargo, mientras que uno (Iniesta) suma dos temporadas en claro descenso en su rendimiento, el otro (Isco) ha ido incrementando sus virtudes hasta merecer el título de heredero a 'mago' de España. Mago trabajador, se entiende. Porque si Isco es conocido por sus aptitudes creativas, últimamente lo es también por sus esfuerzos en defensa.

Valga como muestra un dato: en partidos entre Liga, Champions y Copa, el de Arroyo de la Miel ha robado 105 esféricos (una media de cuatro por encuentro) frente a los 79 de Iniesta (3,76 por partido). Una ligera ventaja que confirma la mutación del madridista. Sus aportaciones en defensas son, según Ancelotti, incluso más importantes que las de ataque, aunque ahí, en ataque, es donde más brilla y más deleita a los aficionados.

Lo hace con un estilo peculiar, acostado en una banda izquierda donde reparte pases con peligro en casi todas las ocasiones en las que busca a sus compañeros en ataque. Además, casi todo lo que hace lo hace con criterio lógico. Apenas pierde balones y su dinamismo hace fluir al ataque con rapidez.

El rival lo sabe y de eso también se beneficia el propio Real Madrid. Isco tiene, casi siempre dos o tres rivales que le presionan. Si el centrocampista logra evitar las barreras, (y lo hace con mucha frecuencia) el resultado suele ser una situación de superioridad numérica para su equipo con lo que ello conlleva, esto es, peligro elevado de gol siempre o casi siempre.

Buenas actuaciones colectivas que Isco suele regar con alguna genialidad marca de la casa. Ante la Real Sociedad fue un regate ante tres rivales de los que salió un centro que acabó en córner para los blancos.

Por gustarse, Isco incluso se gusta en los goles que consigue, casi todos marcados con su clase y estilo depurado.

Ante este compendio de virtudes, Ancelotti tendrá una complicada decisión cuando Modric retorne al equipo. Si sigue fiel a la hora de mantener la BBC, el italiano deberá escoger si mantener al croata en el banquillo o darle entrada por alguno de sus interiores: James (que también brilla) o Isco.

Sea como fuere, hasta que ese momento llegue, el Real Madrid disfruta de la mejor versión del malagueño, esa que le hace parecerse al mejor Iniesta e incluso evolucionar hacia una forma mejorada del mediocampista manchego.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky