
Después de una derrota tan sonada como la que tuvo lugar en Anoeta contra la Real Sociedad, el Barcelona ha experimentado una meteórica mejoría, reflejada en sus dos victorias ante Deportivo de la Coruña y Atlético de Madrid. Una de las claves en estos partidos fue la apertura a la banda derecha de Leo Messi, acompañado en el flanco izquierdo por Neymar.
Pues bien, este retoque tiene una historia tras de sí. Tal y como publica El País, fue la plantilla blaugrana quien acabó convenciendo a Luis Enrique para cambiar su planteamiento en ataque. Cuando llegó a Can Barça, el entrenador asturiano tenía en mente cambiar el panorama de su tridente ofensivo.
La idea era ser más imprevisibles. Para ello, 'Lucho' ideó un ataque más agrupado, para abrir los huecos a los laterales. Se pensaba en un Messi como un híbrido entre mediapunta y delantero, y dos puntas: Suárez y Neymar. Se les reducía en espacio con tal de variar el guión. La jugada no salió del todo.
Y es que al margen de chispazos al principio de la temporada, no se cuajó un ataque con regularidad y en muchas ocasiones se percibió falta de frescura arriba. Los jugadores lo vieron, y así se lo hicieron saber. Se sentían más cómodos con el campo más abierto, más dispuestos a hacer brechas en la defensa rival. Se ha ido haciendo poco a poco, y la guinda del pastel fue la apertura a la derecha de Messi para meter a Suárez en el centro.
No es la primera vez que le ha pasado a Luis Enrique. Con el Celta vivió algo parecido. Los jugadores celtiñas vieron que la fórmula no funcionaba, y a través de su capitán Borja Oubiña se lo comunicaron. También aceptó dar marcha atrás, y el equipo vigués fue progresando hasta ofrecer una versión muy atractiva.
En una vuelta al pasado, ha aceptado volver sobre sus pasos para seguir la senda marcada por sus hombres del vestuario. Y por el momento está comenzando a carburar.