El encuentro entre Real Madrid y Atlético de Madrid que apeó este jueves a los blancos de la Copa del Rey vivió, al igual que en el partido de ida, momentos de elevadísima tensión. Si en el Calderón fue una dura patada de Arbeloa sobre Gabi la que calentó los ánimos entre unos y otros, en esta ocasión fue una durísima entrada de Isco al propio Gabi la que calentó los ánimos en el tramo final del partido.
La peculiaridad de esta entrada, que se produjo en el 85', es que el público del Bernabéu la jaleó y ovacionó casi como si fuera un gol. De hecho el nombre de su autor, Isco, acabó coreado por el respetable que aún quedaba en el feudo merengue.
¿El motivo? La grada entendió que el mediocampista puso fin a la humillación innecesaria que estaba ejecutando el equipo de Simeone.
Todo arranca en el inicio de la acción, cuando el Atlético comenzó a mover la bola con entre sus jugadores con el único propósito de mantener el esférico. El partido se convirtió en un rondo gigante que empezó a despertar los 'olés' de la escasa hinchada atlética presente en Chamartín.
Aunque el público del Bernabéu pronto silenció con sus pitos a los contrincarios, el Atlético potenció el espíritu de 'rondo' de su larga posesión. Isco, harto de ver cómo su rival se 'mofaba' de ellos, se lanzó a por Gabi con una potencia inusitada, cortó el juego y, de paso, se llevó al de Leganés por delante.
En ese momento el público entendió que su futbolista había 'vengado' de forma justa su honor y rompió a aplaudir para, a renglón seguido, gritar su nombre.
Así transformó al mejor jugador blanco del partido en un héroe por algo más que por sus regates, pases y remates a puerta. Ayer Isco fue también un héroe blanco por sus patadas.
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"Hemos hecho el ridículo"