El Real Madrid cayó este jueves eliminado de la Copa del Rey. El equipo blanco no pudo remontar el 2-0 de la ida y empató a dos en la vuelta de octavos ante el Atlético de Madrid. Una dura eliminación que, con todo, deja una optimista lectura en Concha Espina basada en un aspecto por encima de todos: los de Carlo Ancelotti podrán centrarse en la Liga y la Champions toda vez que no tendrán que disputar cuatro partidos entre semana, dos de ellos frente al eterno rival, el FC Barcelona.
El propio Carlo Ancelotti fue el primero en entonar las primeras reflexiones a propósito de porqué sucumbir en Copa no es tan malo como se pueda pensar. "Esto es bueno para el equipo", comenzó a reflexionar en sala de prensa.
"Hay que valorar el partido que hemos hecho. Los errores que hemos cometido los hemos pagado muy caros. La primera parte hemos jugado muy bien, estoy encantado porque mejor no se puede jugar. Hemos dado la cara y hemos jugado muy bien. Ahora, tenemos tres semanas para preparar bien la Champions", prosiguió.
Cristiano Ronaldo, en zona mixta, prolongó el discurso de su técnico. "A veces es mejor dar un paso atrás y luego dos hacia delante", insistió.
"Hay que valorar el partido que hemos hecho. Los errores que hemos cometido los hemos pagado muy caros. La primera parte hemos jugado muy bien, estoy encantado porque mejor no se puede jugar. Hemos dado la cara y hemos jugado muy bien. Ahora, tenemos tres semanas para preparar bien la Champions", insistió.
Opiniones que apuntan en la misma dirección y que se basan en el estado físico de un equipo agotado. El Real Madrid necesita descansar y si puede ser, cuanto antes. Carlo Ancelotti apenas ha realizado rotaciones en lo que llevamos de temporada (ha usado 15 jugadores muy por encima del resto de la plantilla).
Por eso más de un miembro de la plantilla blanca ve como un regalo caído del cielo la opción de sumar cuatro semanas consecutivas sin partidos entre semana. Algo parecido le sucede al propio entrenador. El italiano ha meditado mutaciones tácticas que no ha puesto en práctica por falta de entrenamientos.
Así pues, y aunque la eliminación ha hecho mucho daño en el orgullo de los madridistas, un sector del equipo merengue no ve con tan malos ojos esta salida de la competición si es para lograr que la Liga o la Champions (o ambos títulos) acaben en las vitrinas del Santiago Bernabéu.