
Luis Enrique podría estar pensando en plantear su dimisión como técnico del FC Barcelona la próxima semana tras una semana convulsa.
Según informa Josep Pedrerol, director de 'El Chiringuito', la decisión del entrenador asturiano podría producirse tras concluir el partido frente al Atlético de Madrid del próximo domingo (21:00) o el lunes siguiente para, en caso de victoria, no robarle protagonista a sus jugadores.
Esta posición de Luis Enrique estaría basado en varios factores. El principal es que se siente sólo dentro de un vestuario que le ha dado la espalda. A los enfrentamientos con Messi (que él mismo no ha desmentido) se unirían las voces de pesos pesados que, desde el interior de la plantilla, filtran constantemente que el deseo de los futbolistas es verle lejos del Camp Nou.
La cadena Cope informó este miércoles que la mayoría de las vacas sagradas exigen su salida inmediata toda vez que casi nadie le soporta en el cambiador.
Lo consideran un técnico que impone sus decisiones sin negociación alguna, con un fuerte ego que le hace sentirse el dueño del equipo y la máxima estrella culé. "Yo soy el líder", le habría dicho a Messi a principio de temporada.
Además, entienden que no es un buen entrenador en el sentido más deportivo de la expresión. Sus rotaciones constantes o la falta de preparación de algunos de sus movimientos habrían desquiciado al grupo.
Empujones institucionales
Otro de los motivos de calado que habría forzado a Luis Enrique a pensar su dimisión serían las recientes decisiones institucionales que se han tomado en el club. La marcha de Zubizarreta, su principal valedor para ser entrenador culé, sería la más importante. El propio Luis Enrique dijo este miércoles que su marcha le debilitaba mucho.
A esa decisión habría que unir el últimatum recibido tras la derrota en Anoeta y la postura del presidente Bartomeu con respecto a su conflicto con Messi.
En sus declaraciones públicas y privadas se ha posicionado a favor del jugador, con una ligera defensa del técnico que, según Luis Enrique, le desautoriza delante del vestuario. La convocatoria de elecciones es otro factor que genera inestabilidad a su alrededor. Cree que el club está ahora más preocupado por la batalla de las urnas que por el fondo deportivo, algo que no ayuda a desarrollar su trabajo.
Los pitos que ayer recibió del Camp Nou habrían ayudado también a que se plantease la opción de marcharse.