
Luis Enrique, entrenador del FC Barcelona, podría estar viviendo sus últimos días en el banquillo del Camp Nou. La crisis abierta en el club culé por su enfrentamiento privado con Messi (llegó a pedir que se expedientara al argentino por su ausencia en el entrenamiento el pasado lunes) le ha puesto contra las cuerdas. La plantilla se ha hartado de él y la directiva no está dispuesta a apoyarle en semejante pulso. Tanto es así que habría recibido un ultimátum. O gana a Elche y Atlético de Madrid, o si no, será despedido. Una opción ante la que el Barça sondea ya un nombre como sustituto inmediato. Frank Rijkaard, ex entrenador del Barça (ganó con ellos la Champions en 2005), sería el elegido para dirigir al equipo hasta final de temporada si 'Lucho' deja la Ciudad Condal.
Según la Cadena Cope, es el nombre favorito, aunque no el único que se maneja en los despachos de la zona noble. Rijkaard, actualmente sin equipo, abandonó recientemente la selección de Arabia Saudí después de haber dirigido al Galatasaray como su última experiencia en un club de élite profesional. Tras haber dejado el combinado árabe, Rijkaard dijo que abandonaba el mundo de los banquillos. Que lo dejaba.
"No tengo intención de ejercer hasta los 60 años. Tal y como están las cosas, no voy a trabajar más como entrenador. Estoy muy agradecido por todo lo que he conseguido, pero prefiero dedicarme a otras cosas", comentó en su día cuando anunció su marcha del mundo del fútbol como preparador.
Así pues, el Barça debería convencerle para que retorne a la actividad profesional. El argumento más sólido es que su vuelta sería temporal. Es decir, que sólo sería para un puñado de meses, hasta que termine el curso.
Habría que ver si Rijkaard acepta y si, en caso de hacerlo, vuelve con la motivación necesaria para coger un miura como el culé con una plantilla en la que todavía quedan alguno de los futbolistas que él dirigió, pero muy cambiada en cuanto a personalidad tras los éxitos de la era Guardiola.
Si finalmente hay despido, la directiva culé confía en que sea un entrenador externo y de prestigio el que coja los mandos de la nave. No se quiere un preparador interino.
En todo caso, el hecho de que el Barça busque recambio de Luis Enrique demuestra que el asturiano no las tiene todas consigo en el Camp Nou.