
El Real Madrid camina por la vigente temporada con paso más que firme. Con su victoria ayer ante el Cruz Azul en el Mundial de clubes, los blancos suman 21 triunfos consecutivos que le convierten, con 50 partidos ganados en el presente 2014, en el equipo español con más victorias en un año natural en la historia de nuestro balompié. Gestas e hitos que permiten a los blancos ser líderes y candidatos a ganarlo todo, pero que esconden una cara B, la del miedo que existe entre los más veteranos del equipo y del club a que vuelva a suceder lo que ya aconteció hace 10 años. Entonces el equipo dirigido por Carlos Queiroz se desplomó de forma violenta en los últimos partidos del curso hasta perderlo todo en apenas mes y medio de competición. Fue el bautizado como 'galacticidio' blanco, por aquello de que la colección de 'galácticos' que atesoraba la entidad de Concha Espina.
Hoy, como entonces, el Real Madrid ha empezado a dar ciertas muestras de desgaste. Ancelotti es el entrenador que menos minutos da a su banquillo y hombres como James y Modric se han lesionado después de ser casi insustituibles para el italiano. Mientras, jugadores clave como Kroos empiezan a dar muestras de cansancio que preocupan porque el fondo de armario merengue en la medular no es tan amplio como exige esta situación.
Paralelismos con aquella temporada que incluso los propios jugadores que aún permanecen en la plantilla lo reconocen. Iker Casillas, así lo dijo ayer tras vencer al Cruz Azul. Al capitán le cuestionaron por la opción de ganar todos los títulos y él respondió con mucha prudencia y un recuerdo a lo pasado hace algo más de una década:
"Hace diez años me lo preguntaban cuando íbamos bien en todo y nos llevamos un palo tremendo, así que hay que ir poco a poco. Vamos a pensar ahora en el Mundialito y en 2015 pensaremos en lo que viene que será bastante fuerte en el mes de enero", dijo con cautela.
Una década de la tragedia
El motivo del desplome sufrido hace diez años fue el desgaste al que Carlos Queiroz sometió a su plantilla. El entrenador portugués apenas rotó en aquella temporada 2003-2004 hasta hacer que la mayoría de sus figuras llegasen agotada al tramo final de la temporada. Si a ello se le une una pretemporada defectuosa por el exceso de compromisos comerciales y el poco sacrificio de algunos de estos 'galácticos', el resultado final fue la mayor debacle merengue de la década.
El equipo pasó de sacar 6 puntos al Valencia (segundo clasificado) a falta de 11 jornadas, a quedar cuarto del campeonato a siete puntos del Valencia, finalmente campeón de aquella Liga. En Champions, los blancos cayeron ante el Mónaco en cuartos de final y en la Copa del Rey, perdieron frente al Zaragoza en la final.