El Real Madrid ha iniciado en los últimos meses una nueva política de fichajes que tiene en el eterno rival, el FC Barcelona, un motor importante de esta estrategia renovada. Los blancos han acelerado contactos y negociaciones con perlas del mercado nacional e internacional con el objetivo de reforzarse de cara al futuro y, de paso, aprovechar la sanción de la FIFA a los blaugrana para arrebatarles buena parte de los jugadores en los que el equipo catalán había puesto su mirada en los últimos tiempos.
Con esta estrategia el Real Madrid no sólo se aseguraría una plantilla competitiva y ganadora para el medio-largo plazo, sino que también lograría que los culés no pudieran remontar el vuelo en ese mismo periodo, amén de encarecer sus futuras incorporaciones y reducir el espectro de sus fichajes a hombres o bien de precio muy elevado, o de edad muy avanzada como para ser refuerzos de largo recorrido.
Esta nueva política de fichajes merengue es ya una realidad. Marco Asensio, mediocampista del Mallorca, es el primer ejemplo de esta mezcla de factores. El Barça trató de contratarlo el pasado verano, pero las diferencias económicas frenaron su incorporación.
Ahora que la sanción de la FIFA está en vigor (los catalanes no podrán fichar hasta enero de 2016), el Real Madrid ha apretado el acelerador y ha sido así como se ha hecho con sus servicios sin que la competencia culé haya impedido o torpedeado el acuerdo.
Cierto es que los de la Ciudad Condal trataron de contraatacar usando la baja de Vermaelen como 'subterfugio' para hacerse con Asensio, pero la FIFA vetó esta opción y sin enemigos por delante, el Real Madrid pudo cerrar el pacto y hacerlo oficial sin dificultado alguna.
El siguiente objetivo de esta nueva estrategia es Reus. El delantero del Borussia Dortmund está en la lista del Barça desde hace tiempo, pero ahora que la FIFA no les deja fichar, el Real Madrid les ha cogido la delantera. De hecho, el propio Reus habría rechazado una propuesta reciente de los culés. No piensa esperar hasta enero de 2016 para decidir su futuro, un criterio que da, de nuevo, muchas facilidades a los merengues para ficharlo siempre y cuando el Bayern de Múnich de Guardiola no torpedee los contactos.
Odegaard, delantero internacional con Noruega pese a sus casi 16 años podría ser otra perla que el Real Madrid arrebataría al 'enemigo' gracias a los impedimentos de la FIFA. Un caso similar al que podría acontecer con De Gea, pretendido por el Barça en los últimos años ante la marcha de Valdés y ahora en la órbita merengue, o con Cuadrado, otro hombre por el que el Real Madrid ha preguntado y que el Barça quiso (y no pudo) incorporar el verano pasado.
Fichajes que, de cerrarse, dibujarían una espectacular y jovencísima plantilla madridista que, además, dejaría al Barça sin sus refuerzos más deseados en su búsqueda por rejuvenecer y mejorar la actual escuadra de Luis Enrique.
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Florentino Pérez Rodríguez
Presidente del Real Madrid y de ACS
Asensio cerrado...