El partido de Liga de Campeones del Real Madrid ante el Ludogorets dejó una acción para la polémica con el tercero de los cuatro tantos anotados por el equipo dirigido por Carlo Ancelotti.
Con el duelo ya prácticamente sentenciado, en los últimos minutos el defensor Álvaro Arbeloa remató casi en boca de gol. El portero búlgaro Stoyanov logró poner la mano y sacar el esférico aparentemente sobre la línea de gol. Pero el árbitro decidió señalar el círculo central y sumar el tanto al marcador.
Ninguna de las imágenes ofrecidas por la televisión deja ver con absoluta seguridad si el balón entró o no en la portería.
Tras la acción, el propio Arbeloa decidió continuar jugando y volvió a rematar, pero entre el propio guardameta y el poste evitaron el tanto
El salmantino no celebró en exceso la consecución del tanto, toda vez que hasta él llegó a dudar si efectivamente se trató de un gol válido o si no debía haber sido otorgado.
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