
El extremo galés del Real Madrid, Gareth Bale, fue la única noticia negativa del equipo de Carlo Ancelotti en su partido de Liga de Campeones frente al Ludogorets, tras verse obligado a dejar el partido con una fuerte hemorragia en la nariz.
En los últimos minutos de juego, y con el encuentro ya decidido, Bale se llevó el impacto del brazo de un defensor en la cabeza, y se le pudo ver sangrando profusamente por su nariz.
El 'Expreso de Cardiff' se tuvo que retirar del terreno de juego debido a la hemorragia y dejó su sitio al canterano de Álvaro Medrán, que pudo estrenarse como goleador con el equipo blanco en los instantes finales del choque.
A falta del diagnóstico definitivo de Bale, preocupa si puede tener afectados los huesos de la nariz y si esto puede ocasionarle problemas para disputar el próximo Mundial de Clubes, para el que queda una semana.