
Luis Suárez está a punto de cumplir su primer mes como jugador del Barcelona con plenas facultades de competición. Un periodo breve de tiempo, interrumpido por el parón de selecciones que ha dado tiempo a disfrutar de cinco partidos del jugador charrúa. No ha conseguido marcar en ninguno de ellos.
El ex del Liverpool no ha podido ver puerta, y no ha sido por intentos. En todos estos partidos se ha visto un Luis Suárez voluntarioso e incluso con amagos de ansiedad. La imagen más evidente de esto fue su mano a mano con Cillessen en el Ajax-Barcelona, en el que no fue capaz de transformar un gol fácil, eligiendo un disparo flojo, muy diferente de lo que acostumbró en Merseyside.
La falta de gol de Suárez (que viene de ganar la Bota de Oro con el Liverpool y sí marcó en amistosos con el equipo culé y con Uruguay) no preocupa en Can Barça. Luis Enrique fue claro tras el encuentro ante el Sevilla: "Ya llegará el gol". La ansiedad que a veces muestra el delantero no la comparte el entrenador asturiano.
El contexto que rodea a los primeros duelos de Suárez con el Barcelona es de tranquilidad absoluta. De una cierta sensación de seguridad en lo que el jugador aportará en un futuro. Un mundo de diferencias respecto a lo que alumbró la llegada de Neymar a Barcelona.
Sobre el brasileño se instaló casi de forma instantánea la sombra de la duda permanente. El alto precio de su fichaje, cómo se adaptaría a Leo Messi...todo factores que también se analizaron cuando el uruguayo fue contratado por el equipo blaugrana. El bagaje ya acumulado en Europa, su demostrada capacidad goleadora ante rivales de todo pelaje...y también su esfuerzo combinativo en sus primeras participaciones.
Porque a pesar de no haberse estrenado como goleador, Luis Suárez sí ha sabido destacar como asistente de lujo del Barcelona, con cuatro asistencias en cinco partidos. Suyo fue el pase a Neymar en el Bernabeu, y de sus botas nacieron los dos goles del Barcelona en Almería. Cerró la cuenta de pases con una ante el Sevilla hace tan solo unos días.
La calidad innata del charrúa le hace sobrevivir con más recursos diferentes además de los goles, que no obstante deberán ser su sustento primordial. Vale de muestra su segunda parte ante el Almería, en la que levantó al equipo prácticamente él solo. Así es cómo ha ido haciendo méritos en sus primeras actuaciones, y de paso evitando un segundo 'síndrome Neymar'.