Luka Modric cayó lesionado en el Italia-Croacia y sus primeras reacciones no fueron positivas: los gestos de dolor, la expresión del rostro...y después, las declaraciones de los médicos croatas y su diagnóstico en Madrid. Un "arrancamiento proximal del recto femoral" que podría tenerle hasta tres meses en el dique seco.
La lesión de Modric supuso un golpe para el Real Madrid, que ha tenido que recurrir a Isco en una nueva reconversión del malagueño. Pero también ha supuesto un varapalo para el propio jugador. Y no solo en el evidente plano físico, sino en lo referente a lo psicológico. Porque el '19' blanco no ha recibido la noticia de su dolencia con la mejor predisposición. Se siente algo culpable de ella.
Según Marca, el croata anda dándole vueltas a cómo se produjo esa lesion muscular y se achaca buena parte de la culpa del mayor tiempo de recuperación porque cree que pudo haber parado antes. En la carrera en la que se rompió, notó un primer pinchazo. Aún así, y con la idea de cortar una contra italiana, siguió corriendo. Ahí se hizo el mayor daño.
En el Real Madrid también se está trabajando con él en el aspecto psicológico. El gran momento en que se encontraba cuando ha tenido que parar y ese esprint que no interrumpió rondan en la cabeza del jugador. Desde el equipo médico se la hecho saber que se prefiere un tratamiento conservador para que no haya recaídas en una zona complicada del cuerpo. Y se le ha arropado para que afronte con energía positiva el periodo de baja.
Con el tratamiento de células madre y factores de crecimiento (que se extraen del cuerpo del jugador y benefician a la cicatrización), más conservador, habrá que esperar a un plazo de dos meses para ver el resultado. Al llegar a ese punto, se evaluará si ha sanado o si se necesita otro método.
La alternativa a este tratamiento será la operación, algo que se ha tratado de evitar por todos los medios, de ahí el hecho de preferir algo más conservador. Modric debera hacer acopio de mucha paciencia.
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Isco como recambio