
El FC Barcelona y la selección Argentina son los equipos en los que compite Leo Messi. En ambos, el argentino había venido jugando en temporadas anteriores como falso '9', la posición en la que 'La Pulga' más ha rendido. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el de Rosario ha visto como su puesto ha cambiado y con él, también la disposición táctica de ambos conjuntos. Tanto Luis Enrique como Gerardo, el Tata, Martino, empiezan a dibujar alineaciones en las que es Messi el que se debe adaptar a las necesidades del resto del once y no el resto del once el que debe adaptarse a las virtudes de su jugador estrella.
Los dos entrenadores han coincidido en ubicar a Leo en el mismo lugar en sus últimos partidos. Ahora el '10' comienza desde la posición de extremo derecho, una ubicación que no visitaba desde sus orígenes como jugador del primer equipo culé.
La primera ocasión en la que Messi ejerció como falso delantero centro fue en el Bernabéu en aquel famoso 2-6. Un estadio y un rival, el Real Madrid, que también ha propiciado este nuevo desplazamiento al costado diestro.
El inicio del cambio
En el Clásico que el Barça perdió por 3-1, Luis Enrique sorprendió con la presencia de Luis Suárez en el once del equipo. El uruguayo, con todo, no ejerció de delantero centro, sino que jugó pegado a la banda derecha, con Neymar en el lado contrario y Messi, de nuevo, por el centro, más casi como vértice del rombo en la medular que como ariete puro.
En todo caso, Messi fue el que ocupó ese carril central sin que su rendimiento fuera destacable. Tampoco brilló un Luis Suárez acostumbrado a ser más un 'killer' del área, que un hombre de banda. La fórmula no funcionó más allá de la jugada en la que Casillas le sacó un gran balón a Messi.
El centro desde el costado lo puso Suárez. Fue la única ocasión en la que se logró el objetivo anhelado por Luis Enrique. Contra el Celta, el Barça repitió dibujo y el resultado fue, de nuevo, una derrota.
Unos días después, en Amsterdam, Luis Enrique trató de insistir en este método, no con mucho éxito. Ante el Ajax, el Barça volvió a naufragar en la primera parte.
Un problema que empezó a solucionarse en la reanudación, cuando el entrenador situó a Luis Suárez en el centro, como '9' puro, y a Messi algo más tirado a la banda derecha o como hombre liberado detrás del uruguayo y de Neymar.
La capacidad de arrastre de Suárez y la inteligencia de Messi para aprovechar los espacios que iba a dejando a su paso el charrúa mejoró sensiblemente el ataque culé.
El modelo encontró réplica también en la segunda mitad de Almería. Suárez y Neymar entraron en lugar de Munir y Pedro. Messi se vio forzado a jugar de nuevo como extremo y el Barça remontó el partido con una notable mejoría en su rendimiento.
Con esta disposición, esto es, con un 4-3-3 en el que Suárez es el '9' y Messi el extremo derecho, Luis Enrique parece haber encontrado la fórmula perfecta para que su tridente ofensivo se coordine con el resto del equipo. El único peaje es que su estrella debe ponerse el mono de trabajo para ubicarse en un lugar que no es el que más le gusta.
Cambio también en Argentina
Algo parecido le ha sucedido en la selección argentina. El pasado miércoles, ante Croacia, 'La Pulga' repitió como extremo para dejar libre el espacio del '9'. Agüero fue el delantero centro con Di María a la izquierda. Así, Gerardo, el 'Tata', Martino dibujó un 4-3-3 que generó mucho revuelo al otro lado del Atlántico. Martino le restó importancia y usó el ejemplo de Luis Enrique para justificar el cambio de modelo.
Un cambio que él mismo trató de implantar en algunos partidos con su Barça con la Alexis en el medio y Messi ocupando el lugar del chileno. La falta de costumbre del 'Niño Maravilla' por ejercer de '9' y el hecho de que Leo no se sintiera cómodo frustraron una intentona que, ahora, parece ir en serio.