
La FIFA puede vivir uno de sus momentos más críticos con un escándalo que tiene visos de afectar incluso a sus más altas esferas. Una operación de espionaje orquestada por el FBI ha demostrado detalles de la corrupción existente en el máximo organismo futbolístico mundial.
El diario estadounidense New York Daily News desvela cómo uno de los hombres fuertes de la FIFA fue utilizado como 'agente doble' para lograr escuchas que probasen determinadas prácticas irregulares.
El 'cebo' fue Chuck Blazer, exsecretario general de la Concacaf (el equivalente a la UEFA, correspondiente a Norteamérica, Centroamérica y el Caribe). Entre los años 1996 y 2011, Blazer cometió millonarios fraudes, quedándose con muy jugosas comisiones de diversas operaciones a costa de su cargo.
La investigación cifró dichos fraudes en 15,3 millones de dólares (14,5 millones de euros) y concluyó con el FBI ofreciendo un trato al principal implicado. Podría reducir los cargos si ejercía de 'agente secreto' para desvelar una mayor trama de irregularidades en el seno de la FIFA.
Así, Blazer colocó micrófonos en reuniones del más alto nivel del organismo presidido por Joseph Blatter, centrándose gran parte de su trabajo en el transcurso de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Hasta el momento está por ver en detalle lo que revelan las escuchas obtenidas. Sin embargo, todo apunta a que el FBI acabará haciendo pública la información obtenida en caso de que, como sugiere el medio anteriormente citado, afecte de forma notable a las cabezas visibles de la FIFA. Se espera que lo registrado en las grabaciones pruebe de forma concluyente determinadas prácticas que implicarían a las más altas esferas de un organismo ya salpicado con anterioridad por diversos casos de dudosa legalidad y prácticas irregulares.
Blazer, por su parte, fue suspendido de sus cargos en 2013, momento en el que se hicieron públicos sus fraudes y desvíos de dinero, y actualmente se encuentra gravemente enfermo a causa de un cáncer.