En el seno del Real Madrid hay abierto un debate. Un debate de esos que le gusta tener a un entrenador, todo sea dicho, pero debate al fin y al cabo. Es el que ha instalado Isco Alarcón tras sus últimas actuaciones ante Levante, Liverpool y Barcelona. Como sustituto de Bale, ha conseguido que nadie haya echado de menos al futbolista galés.
En estos tres últimos encuentros, el malagueño ha demostrado que, de su mano (y con el resto del centro del campo rindiendo a gran nivel en perfecta armonía entre ataque y sacrifico), el Real Madrid es capaz de jugar a un nivel que hacía años que no se alcanzaba pos esos lares.
El cambio de esquema a un 4-4-2, junto con el mayor trabajo en uno y otro campo, han relanzado a un Isco que no conseguía dar el mejor rendimiento cuando jugaba en el centro del campo con la 'BBC' por delante. Ahora tiene un mayor protagonismo, por él pasa buena parte del juego del equipo, y es el enlace (junto a James) con los atacantes. Partiendo desde la banda, pero con tendencia a irse al centro, el '23'está presente en prácticamente todas las acciones de peligro blancas.
Todo un mundo de diferencia con lo ofrecido por Bale en los últimos partidos antes de su lesión en el piramidal. El galés, al margen de la progresiva mejora del equipo, se estancó tras una buena pretemporada y se vio difuminado por el escaso trabajo defensivo, algo que el equipo pagó con creces en el partido de Anoeta o contra el Atlético de Madrid en el Bernabéu.
El trabajo que no hizo Bale en su momento es el que ahora sí hace Isco, algo que pone al galés (e indirectamente, a Carlo Ancelotti) en una situación difícil. Al primero no le valdrá aportar solo goles, ya que el equipo precisa de brega para seguir ofreciendo su mejor versión. Al segundo, la más que probable decisión de la vuelta de Bale a la titularidad (ya lo ha dejado entrever) cuando se recupere de su lesión le expone a críticas y juicios de su valor, ya que relegaría al banquillo al mejor jugador blanco (junto a Marcelo y Benzema) en los últimos choques.
Isco ya ha dado un paso adelante con lo ofrecido en el césped: ha demostrado que el equipo funciona con él al timón. Pero también algo más, que no es baladí: que uno de los pilares de la 'BBC' no es imprescindible. O lo que es lo mismo, que la 'BBC' no es imprescindible.
Isco remueve conciencias