Algo pasa con Sergio Busquets. El problema es saber exactamente qué. El mediocentro del FC Barcelona no ha entrado en la convocatoria culé para el duelo que esta noche frente al Ajax de Amsterdam (20:45, La 1). Según el parte oficial, el de Badia sufre una contusión en su cadera que aconseja dejarle fuera de la lista por pura precaución.
Sin embargo, fuentes cercanas al Barça apuntan a que su verdadero problema es la pubalgia que arrastra desde 2013 y que le está hundiendo hasta ofrecer de él una versión distorsionada de aquel jugador que acaudillaba el centro del campo del 'Pep-Team'.
En lo que llevamos de curso, el '5' (dorsal que heredó de Puyol) no ha dado la talla ni con su equipo, ni con la selección. Varios ejemplos lo demuestran. Frente al PSG, sus constantes pérdidas de balón y su incapacidad para soportar la presión rival provocó un sinfín de errores que acabaron en serias ocasiones para el vial.
Con España, ante Eslovaquia, mantuvo un ritmo lento y poco propicio que atascó más si cabe a 'La Roja' en su búsqueda de una remontada que, finalmente, fue imposible.
Partidos como éstos serían impensables si Busquets mantuviera un buen tono físico. Así pues, parece claro que algo le pasa y que sus errores, más que estar vinculados a un golpe en la cadera puntual, están unidos a su pubalgia. ¿Qué pasará de aquí en adelante?
En lo que se refiere al propio Busquets, todo apunta a que seguirá con su tratamiento conservador en vez de pasar por el quirófano. Una operación de este tipo le tendría cerca de tres o cuatro meses alejado de los terrenos de juego, como le sucedió a Xabi Alonso cuando, en la previa de la Copa Confederaciones, decidió parar y operarse.
Busquets pudo haber hecho entonces lo mismo, pero la cercanía del compromiso en Brasil y la propia baja de Xabi le hicieron pensárselo mejor. Después del torneo, tampoco se operó y al final de la pasada temporada, el Mundial de Brasil fue la excusa para no operarse.
El proceso volvía a repetirse y pese a la pronta eliminación de España, 'Busi' eligió otra vez alejarse del quirófano para no dejar al Barça huérfano de pivote defensivo hasta, mínimo Noviembre.
Con este paso se ha vuelto a repetir toda la historia, es decir, que Busquets sigue sin dar su mejor versión y eso obliga a su entrenador, en este caso Luis Enrique, a reformular el dibujo blaugrana para crear alternativas competitivas.
Esta noche Mascherano o Sergi Samper podrían ocupar su lugar. Para el Clásico se espera que llegue, aunque tampoco se descarta que 'Lucho' opte de nuevo por darle descanso y no se arriesgue. Una complicada decisión que no haría más que ahondar en el difícil panorama para el de Badia.
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La decadencia de 'Busi'