
Iker Casillas atraviesa un momento extraño. Después de haber recuperado la titularidad en el Real Madrid, el portero ha visto como la suplencia que le persigue le amenaza ahora en el que era su equipo refugio ante tanta crisis blanca: la selección española. Su fallo ante Eslovaquia le relegó a la suplencia frente a Luxemburgo. Del Bosque ha iniciado ya lo que él mismo bautiza como una "transición dulce" de Casillas a De Gea. Un proceso de cambio de nombres que pudo haberse acelerado de forma brusca el jueves de la semana pasada. Fue entonces cuando Casillas habría amagado con su retirada de la selección.
Cuentan en Radio Marca que después del encuentro frente a los eslovacos, después de haber visto como encajaba un gol sencillo después de una mala colocación, el capitán de España quiso tirar la toalla y retirarse del combinado nacional. La idea no es nueva. Antes del Mundial el portero había expresado que lo dejaría tras Brasil. Pero lo decepcionante del papel español en este torneo le hizo dar vuelta atrás.
El error en Eslovaquia
Fruto de la frustración del momento, en el mismo vestuario de 'La Roja', Iker expresó su tristeza por el error cometido y reflexionó en voz alta. Quizá lo mejor sea dejarlo, vino a decir mientras sus compañeros trataban de levantarle el ánimo. Casillas sabía que después de lo sucedido le lloverían los palos. Y así fue.
Apenas unos minutos tras haber 'cantado', las redes sociales se llenaron de comentarios en su contra, algo que el portero, como confesó a Iñaki Gabilondo, no termina de encajar del todo bien. "Si aquí el problema soy yo, me marcho y fuera", le comentó al veterano periodista. Fue, en parte, lo mismo que pensó hace menos de una semana.
Con todo y con eso, la reacción de Casillas y su amago de retirada fue sólo eso, un amago. Un calentón ante el que el portero se volvió a crecer usando como referencia futura para motivarse la Eurocopa de 2016, ésa que ha dicho que quiere ganar para que la gente "no se quede con lo último, con el recuerdo amargo de Brasil". Habrá que ver si puede conseguir ese reto.
Del Bosque ya ha dejado entrever que medita seriamente usar a De Gea como portero para esa cita. De hacerlo, quizá entonces sí Casillas decida que es mejor quedarse en casa y dar paso a nuevas generaciones antes que acabar su carrera en la selección española como suplente.