Iker Casillas vivió anoche en Eslovaquia (derrota 2-1) uno de sus partidos más aciagos con la selección española. El arquero del Real Madrid falló de manera clamorosa en el primer gol del equipo local y pudo haber hecho algo más en el segundo. En uno, el lanzamiento lejano y sin apenas efecto de Kucka se coló por el medio de la portería mientras el capitán se lanzaba hacia el lado derecho del arco. Minutos antes había hecho un paradón que contrastó con este fallo tan infantil. En el 2-1, el portero se lanzó sin mucha fe a tratar de parar el remate de Stoch. La pelota entró sin mucha fuerza y por el centro. No fue un claro error de Iker, pero sí dio la sensación de que pudo haber hecho algo más.
Dos nefastas intervenciones, sobre todo la primera, que aumentan su reciente leyenda negra con España y que vuelven a abrir el debate sobre la conveniencia de su titularidad justo cuando parecían apagados los ecos de sus problemas en la casa blanca.
Son ecos que él mismo se encargó de reabrir tras la entrevista que concedió a Iñaki Gabilondo y que se emitió este lunes. En el Real Madrid creen que no llegó en buen momento. Quizá hoy Iker piense lo mismo.
Sea como fuere, quitando a un lado debates extradeportivos, lo cierto es que la trayectoria reciente de Casillas con España es todo menos positiva. Desde el Mundial de Brasil el arquero ha jugado cuatro partidos (Holanda, Chile, Macedonia y Eslovaquia) con tres derrotas y sólo una victoria. En esos cuatro partidos, Casillas ha encajado diez goles y en algunos de ellos, la responsabilidad directa del tanto es suya y de sus errores.
Contra Holanda, en el debut mundialista el meta erró en el 1-3 de Blind, cuando se quedó a media salida y facilitó el remate del defensa o en el 1-3 de Van Persie, cuando trató de controlar un balón fácil pero le regaló la pelota al delantero del Manchester.
En el siguiente duelo, contra Chile, Casillas tampoco estuvo fino en el primer gol rival, cuando se fue con facilidad al suelo tras el primer amago de Vargas, autor del tanto.
Después de aquellos dos fiascos, Iker no jugó ante Australia (Reina ocupó su puesto; el partido acabó 3-0), ni contra Francia en París (De Gea fue titular; acabó 1-0). Volvió contra Macedonia sin responsabilidad directa en el gol balcánico (llegó de penalti). Lo siguiente fue el fiasco de ayer contra Eslovaquia.
Un partido que a buen seguro que reabrirá el debate de la portería de la selección y que dejará en una posición complicada al que ha sido su dueño en la última década. Su titularidad inamovible pese a sus ausencias con el Real Madrid ya le han valido muchas críticas al seleccionador.
El domingo, ante Luxemburgo, veremos si Del Bosque se atreve a suplirle por De Gea o Kiko Casilla o si le concede otro voto de confianza.
Entidades
Eslovaquia 2-1 España