
Iker Casillas está de vuelta. Tras un mal inicio de temporada, el arquero blanco ha comenzado cuajar buenos partidos. Una regularidad que ya lució en Villarreal y que se convirtió en virtud fundamental del Real Madrid para vencer en Bulgaria al modesto Ludogorets. Estas buenas intervenciones, una mayor regularidad en sus titularidades, la confianza ganada y la salida de alguno de sus 'enemigos' en el cambiador merengue han hecho que el de Móstoles haya ganado galones tanto dentro como fuera del terreno de juego.
En el campo a Iker se le ve mucho más activo con sus compañeros. Manda como antaño, sin importar a quien gritarle o cómo gritarle.
Esta actitud había desaparecido en sus últimas temporada, cuando impulsado por su situación personal, se cohibía a la hora de mandar como debe hacerlo todo capitán. Capitanía 'de campo' que por cierto, casi pierde con Mourinho. El luso quería que fuera un jugador y no un portero el encargado de lucir brazalete porque, según su criterio, está más próximo a sus compañeros.
Teoría que Casillas empieza a desmontar con sus arengas renovadas durante los partidos. No hay acción que ronde su área en la que no dé órdenes a voz en grito. Antes callaba. Ahora no. Para las jugadas que quedan algo más lejos ya está Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo, los otros dos capitanes de facto en el césped.
Es esta nueva posición dentro del campo la que, a su vez, le está permitiendo sentirse más seguro de puertas hacia adentro. Cuentan fuentes cercanas al Real Madrid consultadas por EcoDiario.es que Casillas está empezando a recuperar su rol de capitán en el vestuario blanco. En las últimas temporadas el de Móstoles había permanecido en segunda fila dando protagonismo a futbolistas como los ya citados Ramos o Cristiano Ronaldo.
Por momentos Iker no se veía con argumentos suficientes para mandar dentro del cambiador, más si cabe teniendo en cuenta que no jugaba y que algunos compañeros no le harían demasiado caso por su afinidad a Mourinho en la disputa que ambos mantuvieron. Sin embargo, algunos de esos futbolistas han salido ya (Diego López, Xabi Alonso...) y ante los nuevos, el portero se siente con argumentos renovados para ejercer funciones de capitán.
En las últimas semanas su voz se escucha cada vez más en las reuniones de grupo e incluso se le nota más activo en el 'mimo' hacia los recién llegados, funciones que nunca abandonó en la Selección, pero que sí se redujeron en el Real Madrid.
Algo más feliz por su momento profesional y personal, su peso en la plantilla ha vuelto a crecer hasta acercarse a la posición que tenía antes de que sus problemas con Mourinho y la desafección de parte de la grada por sus errores le terminaran dejando al borde de la salida del Santiago Bernabéu.