El FC Barcelona de Luis Enrique ha completado ya seis partidos de la presente temporada y lo ha hecho, por ahora, a ritmo de récord en sus dos áreas. En la rival, como siempre, con una producción ofensiva espectacular. Cosas de tener dinamita en el ataque. Sin embargo, la sorpresa ha llegado en el área propia. Porque el Barça es, por ahora y junto con la Juventus, el único equipo de las grandes ligas de Europa que no ha recibido ni un solo gol en contra. Estadística magnífica que, para colmo, se ha conseguido en el arranque de la era post-Victor Valdés.
Cuando el guardameta anunció su salida del Barça en enero de 2013, muchas fueron las voces que, desde Barcelona, anticipaban la llegada de una suerte de apocalipsis para la portería culé.
Y es que Valdés parecía algo más que un arquero para el equipo blaugrana. Era, por momentos, su salvador máximo. El hombre que, milagro, tras milagro, evitaba que los culés salieran en algunos partidos con más problemas de los debidos.
De ahí las dudas con las que comenzaba el proyecto de Luis Enrique en su portería. Unas dudas que crecieron cuando Bravo falló en un amistoso de pretemporada, pero que han disipado de manera colectiva y con tres grupos de protagonistas: el cuerpo técnico, los defensas y los guardametas.
En el caso de estos últimos, las rotaciones parecen que serán la nota dominante de la temporada. Bravo para la Liga. Ter Stegen para la Champions. Una metodología similar a la usada la temporada pasada por Ancelotti en el Real Madrid que también está dando frutos al Barça.
Claudio Bravo apenas ha tenido que intervenir en los partidos de Liga disputados, pero ha sacado un puñado de buenas manos en momentos complicados, como los que pasó contra el Málaga en la Rosaleda hace casi una semana.
Ter Stegen hizo lo propio en Europa ante el modesto Apoel, un equipo a que sólo se pudo ganar por 1-0 tras dos buenas paradas del alemán. Pese a este historial de buenas paradas, ambos porteros han bajado su nivel de intervenciones con respecto a las que solía realizar Valdés.
Ahí entra la responsabilidad de los otros dos grupos, la defensa y el cuerpo técnico. Luis Enrique y sus ayudantes han trazado un sistema de juego que permite que los culés recuperen la presión adelantada y la posesión, con lo que la zaga defiende con más comodidad.
Además, los protagonistas de la defensa esta temporada están rayando a un gran nivel. Mención aparte merecen en este sentido Matthieu y Mascherano, titulares para Luis Enrique pese a que 'Lucho' está llevando a cabo rotaciones que no esconden su preferencia por esta veterana pareja.
Una suma de factores que deja a los blaugranas con un inédito rosco en los goles encajadas y que ha hecho olvidar a Víctor Valdés antes de lo previsto.
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La confesión de Lucho