Ivan Rakitic ya es uno de los ídolos del nuevo Barça de Luis Enrique. El croata se estrenó ayer con en la Liga con un golazo desde fuera del área que le quitó algo de presión en el vestuario blaugrana. "Más de un compañero ya me estaba metiendo caña por no haber marcado aún", bromeó en la zona mixta. Una acción, este tanto, que fue en verdad la guinda de un partido excelso en todos los sentidos. Porque ayer el balcánico también destacó defendiendo. De hecho, el '4' blaugrana evitó un claro gol del Levante al salvar bajo la línea, y tras una prolongada carrera hacia su propio campo, un balón que entraba directamente en la meta de Claudio Bravo.
A parte de todo esto, Rakitic hizo lo que suele hacer desde que se viste con los colores del Barça: distribuir juego entre todos sus compañeros en forma de asistencias casi siempre para dejarles mano a mano contra el portero.
Su conexión con Iniesta y Busquets es extraordinaria y los laterales aprovechan sus balones en diagonal como hacía tiempo que no se veía por el Camp Nou. Esa tarea tenía hasta hace no mucho tiempo dos nombres para ejecutarla.
Xavi Hernández y Cesc Fàbregas eran, supuestamente, los encargados de ejercer de todocampista en el equipo culé. Sin embargo, ambos fueron perdiendo fuelle con el paso de las temporada hasta quedar reducidos a buenos futbolistas de escasas recitales brillantes como los que solían ejecutar día sí, día también.
Tanto es así, que uno, Xavi, a punto estuvo de marcharse y se ha terminado quedando, eso sí, con un rol secundario. El otro, Cesc (del que Rakitic heredó el dorsal), sí que hizo las maletas para acabar en el Chelsea. Poco importa. Por la Ciudad Condal nadie se acuerda ya de las antiguas aportaciones de los dos canteranos.
Rakitic se ha encargado de borrarlas del mapa con sus constantes recitales con la camiseta culé. Un pálpito que tiene reflejo en las estadísticas, con una media de 100 pases por encuentro y un porcentaje de acierto cercano al 86%.
Si a ello se le une que su desplazamiento en largo empieza a ser de los mejores del campeonato, el resultado es un todocampista que, por ahora, está logrando cumplir con nota su cometido desde que llegó el verano pasado al FC Barcelona.
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El heredero de Cesc