La glorieta situada en la salida de la ciudad deportiva del Real Madrid, Valdebebas, ha vivido esta mañana un momento tenso cuando varios aficionados del Real Madrid han propinado varias patadas al vehículo del galés Gareth Bale a la salida del entrenamiento matutino.
Todo ha ocurrido cuando el jugador blanco ha salido con su coche de Valdebebas, momento en el que, como suele ser habitual, un grupo de aficionados se ha acercado al coche del futbolista para pedirle un autógrafo o una fotografía. Hasta ahí, todo normal.
Lo poco frecuente llegó cuando Bale no se quedó durante unos minutos para conceder a los aficionados ese momento. Ante el desconcierto del grupo de seguidores madridistas, el galés superó el grupo de gente y aceleró. Antes de pasar a todos los seguidores, varios de ellos patearon un lateral del coche cuando pasó por su lado.
Aunque esta escena no se volvió a repetir, bien es cierto que a la salida de algunos de los jugadores que no se quedaron a firmar autógrafos, parte de los aficionados expresaron su rabia por ello, especialmente con Toni Kroos y Raphael Varane.
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El gran damnificado