
España volvió ayer a escena más de dos meses después del fiasco en Brasil. Lo hizo ante un rival con enjundia y en un escenario nada despreciable. Lo hizo con caras nuevas y en los primeros pasos de una renovación de los pies a la cabeza que tiene el objetivo de regresar a la élite internacional en el menor tiempo posible. El encuentro ante Francia dejó varios aspectos a corregir.
De entre todos ellos, el más evidente y que más preocupa es el del escaso olfato de cara a portería. El partido de ayer dejó el preocupante dato de cero tiros a puerta. El equipo llega a la zona de tres cuartos de campo, pero se queda ahí y no encuentra soluciones para encontrar disparos francos o pases que dejen a compañeros solos. Falta contundencia y rapidez en las combinaciones. Isco y Silva mostraron en el último cuarto de hora el camino a seguir.
Diego Costa es la segunda duda de la Selección. O, mejor dicho, el escaso o nulo aprovechamiento que el equipo hace de él. A pesar de los entrenamientos y de que ya han sido cinco los partidos que ha jugado con España, todavía no hay compenetración. El de Lagarto hacía autocrítica al final del partido ("Yo soy el que me tengo que adaptar a ellos"), pero Del Bosque aseguraba que el equipo debía "entender más" al ariete. Por el momento, hoy ha habido un entrenamiento a puerta cerrada para tratar de corregirlo.
El lateral izquierdo es otro dilema que se abre en el seno de la Selección. A diferencia de Carvajal, que ayer tuvo una gran actuación, Azpilicueta sigue sin dar la versión del Chelsea, ayer no tuvo un buen partido y falló en la marca de Rémy en el gol del francés. La alternativa es Jordi Alba, pero eso conlleva que se jugará con dos laterales (en el flanco derecho, Juanfran y Carvajal son netamente ofensivos) con tendencia a desproteger su área. Potenciar las coberturas y las ayudas para no tener heucos y sufrir en las contras se antoja fundamental, sobretodo ante rivales que salgan rápido a la contra.
La portería sigue sin tener un dueño asegurado. Tal y como indicó en su alineación, Del Bosque quiere darle galones a David De Gea. España necesita continuidad en ese aspecto, y aún queda una etapa de transición en la que jugarán De Gea y Casillas alternándose.
Otro aspecto, y no menos importante, es el del estilo. Contra Francia, España renunció al balón, o éste le fue arrebatado. Sea como fuere, en buena parte del partido no pudo ejecutar el estilo que la caracteriza. Raúl García no cuajó en un equipo que precisa de jugadores con más toque. No es casualidad que España hiciese frente a los galos en los momentos en que se hacía con la pelota. No perder este estilo, tener una identidad, un referente, también es primordial para este nuevo combinado que apenas ha empezado a dar los primeros pasos.