
Al nuevo Barcelona le queda un solo problema de carácter urgente en esta pretemporada. Tras un sinfín de altas y bajas, Luis Enrique tiene confeccionada la plantilla a falta de un único detalle: el lateral derecho. Y en esto tiene mucho que ver Dani Alves. Siga el mercado de fichajes de la temporada 2014-2015.
Porque, por mucho que lo ha intentado, el club blaugrana sigue sin encontrarle destino. No llegan ofertas, no llega el interés definitivo. Y aunque se encuentra en un momento de aparente declive futbolístico, la razón no es deportiva, sino económica.
Según informa Mundo Deportivo, las dificultades del Barcelona para vender a Alves se refieren a la alta ficha del brasileño, que imposibilita cualquier tipo de operación. El jugador no ha barajado bajarse los emolumentos para recalar en otro club, y pone en aprietos a un Barcelona al que el asunto le recuerda a otro vivido tan solo hace un año.
Esto se debe a que el lateral está protagonizando algo parecido a lo que ocurrió con David Villa el verano pasado. El delantero, fuera de la planificación deportiva para la temporada 2013/2014, ahuyentó a muchos compradores por su alta ficha, fruto de éxitos anteriores que no correspondían a lo ofrecido en el campo a esas alturas.
Con Alves pasa lo mismo. Una mejora de su contrato en la renovación que tuvo lugar en 2011 hace difícil que muchos clubes asuman su ficha a no ser que él esté dispuesto a bajarse el sueldo. De lo contrario, el brasileño se quedará en Can Barça. Pero el deseo de la directiva y de Luis Enrique es todo lo contrario.
El plan B
Una solución alternativa para evitar este problema sería un traspaso a la baja, tal y como se hizo precisamente con David Villa. El delantero asturiano se marchó al Atlético de Madrid por dos millones de euros, a cambio de no renunciar a su ficha.
Por lo tanto, esta fórmula también podría servir al equipo blaugrana, que de hecho ya se ha planteado variar la estrategia y rebajar sus peticiones económicas a cambio de que el equipo de destino pague la ficha. Todo sea por quitarse de en medio de una vez por todas el último fleco de la renovación de Luis Enrique.