
Hace tan solo un par de semanas, el futuro Ángel Di María estaba fuera del Real Madrid. Durante buena parte del verano, esto también ha sido así, y solo una persona dentro del club blanco ha sido la única insatisfecha con esta situación. Se trata de Carlo Ancelotti, el último defensor del argentino en el club y la persona que acaba de apuntarse un tanto en la particular guerra que mantiene por el futbolista.
Porque, a la mínima ocasión de poder contar con Di María, el entrenador italiano ha dado un paso al frente. Así, le ha convocado para la Supercopa de Europa, con el resto de los jugadores. Una señal inequívoca más, otra lanza rota a favor del centrocampista. La enésima declaración de intenciones. Desde que ha vuelto a Madrid, Ancelotti ha trabajado duro para tratar de convencer a Di María de que seguirá siendo importante. Al margen de los deseos del club, ha incidido mucho en ese aspecto.
Aunque Di María se encuentra aparentemente lejos del equipo banco y aún tiene varias novias, 'Carletto' se lleva al jugador a Cardiff. Todo lo contrario que Diego López, el cual se ha quedado entrenando en Valdebebas a la espera de irse rumbo a Milán.
Esta forma diferente de actuar (dejando fuera a Diego y llevándose a Gales a Di María) es un síntoma más de aún persiste la 'guerra fría' entre el técnico y el club por la permanencia del rosarino. A pesar de que se quería cerrar su fichaje antes de su vuelta a los entrenos y de que no se contaba ni por asomo con su presencia en la Supercopa, el italiano no ha dudado ni un segundo. Convocado.
Hay que recordar que la salida de Di María es una condición indispensable para que se produzca el último fichaje del Real Madrid. Una contratación que tampoco ha pedido Ancelotti y que afecta a la delantera. Radamel Falcao está impaciente por volver a Madrid, vistiendo la camiseta del que hace dos años fue su eterno enemigo con el Atlético de Madrid.
En el horizonte, Manchester United y Mónaco acechan para conseguir el fichaje del argentino, después de la retirada del PSG por el alto coste de la operación. Louis Van Gaal ha dejado claro que necesita un jugador de banda, y todo apunta al aún futbolista del Real Madrid. Por su parte, el Mónaco está dispuesto a pagar al instante más de 50 millones por el jugador, al que le subirían a ficha tanto como habría pedido sin éxito en la capital de España.
Y en medio de todo esto, Carlo Ancelotti sigue con sus juegos de malabares para conseguir con éxito el objetivo que se propuso cuando comenzó la pretemporada: retener a uno de sus jugadores fetiche al precio que sea. Con su convocatoria en la Supercopa, ha ganado su primera batalla a la directiva blanca.