Ángel Di María vive lo que parecen sus últimos días en el Real Madrid. A pesar de que la salida parece clara, estas últimas jornadas están cargadas de incertidumbre y ansiedad. El jugador argentino quiere salir ya del equipo blanco, y comienza a agobiarse. Siga el mercado de fichajes de la temporada 2014-2015.
Tanto es así que ayer estuvo a punto de forzar su situación al límite. Según Marca, angustiado ante su aún incierto futuro, Di María estuvo a punto de no acudir al primer entrenamiento de la nueva temporada, organizado a las cinco de la tarde ayer. El argentino se convenció por un momento de no ir y plantarse de esa forma para tensar más la cuerda con el que todavía es su club.
Fue su agente, el portugués Jorge Mendes, el que pudo aplacar los nervios del centrocampista, pero la situación está comenzando a ser demasiado prolongada para las partes. El PSG comienza la liga en menos de dos semanas, y el Real Madrid quiere acabar con el problema que ya supone el jugador. Di María, claro está, desea por activa y por pasiva hacer efectivo el cambio de aires.
Precisamente en este sentido, Jorge Mendes tuvo una reunión con el presidente blanco, Florentino Pérez, y el director general del club, José Ángel Sánchez, para tratar, entre otros casos, la salida de Di María. Casi todos los pasos ya están dados, pero falta superar un último escollo.
Esto es, ni más ni menos, que paliar la difícil situación económica de los franceses, que necesitan vender a alguna de sus estrellas para poder pagar los 75 millones que ya se han barajado por el traspaso. Lavezzi y Cavani han sido los elegidos.
No obstante, ninguna de sus ventas se han llevado a cabo, lo que ha comenzado a desconcertar a Di María, cuyo temor a quedarse un año más en el Real Madrid ya le ha hecho protagonizar un conato de rebelión sofocado in extremis por su agente y hombre de confianza de Florentino Pérez.
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El despiste con Di María