
Radamel Falcao soñaba con una pretemporada muy diferente de la que vive actualmente. El jugador colombiano se encuentra metido de lleno en la preparación veraniega con el Mónaco, pero no ha perdido ojo a los acontecimientos que han tenido lugar en las últimas semanas. Siga el mercado de fichajes de la temporada 2014-2015.
Y la conclusión para el cafetero de todos ellos es que solo tiene una única opción: el exilio en Mónaco otro año más. No le queda ninguna alternativa viable. No hay huecos. El destino, tras la lesión en la rodilla que le privó del Mundial, le ha jugado una nueva mala pasada.
Y es que el deseo del delantero no se ha cumplido. El Real Madrid no ha querido involucrarse en una operación de ese calibre. Además, el hecho de no incomodar a Cristiano, Bale y Benzema ha pesado mucho más en la balanza. En estos momentos, Falcao no tiene hueco en la plantilla blanca.
El delantero había puesto muchas esperanzas en vestirse de blanco. Quería regresar a Madrid y a la liga española. Quería volver a luchar por los títulos. Pensaba que su paso por el Mónaco había sido un error. Un fallo de estrategia que tiene una consecuencia grave para el jugador: un año de permanencia en un club no deseado.
Su agente, Jorge Mendes, intentó por todos los medios que el Real Madrid se hiciese con su representado. Sin éxito. El panorama que le queda ahora es duro. Ninguno de los grandes clubes europeos precisa de un delantero. Los movimientos de fichas de Diego Costa, Lewandowski o Mandzukic así lo confirman.
Bajo el dominio del PSG, Radamel Falcao esperará un año más en el Mónaco, a excepción de un vuelco en el mercado de fichajes. Un año de exilio en el que tendrá puesta la vista en la siguiente temporada.