El Barça empieza a tener un serio problema. Un problema defensivo. Un problema de fichajes. Luis Enrique aterrizó hace ya más de un mes en el Camp Nou con las ideas claras sobre qué posiciones debía reforzar. Entre ellas figuraban tres zagueros. A día de hoy, sin embargo, ninguno de ellos ha empezado la pretemporada con el Barça o ha sido anunciado para reforzar la plantilla culé. Es más, sus incorporaciones, en algunos casos, empiezan a ponerse muy cuesta arriba.
Es lo que sucede con el caso de Cuadrado. Cuenta hoy Mundo Deportivo que su fichaje empieza a ser más que complicado, entre otras cuestiones, porque los blaugrana no llegan a satisfacer las necesidades económicas de su equipo, la Fiorentina.
Los 'viola' piden 40 millones de euros y el Barça sólo pone 30. Mientras, la Roma ya ha hecho una oferta formal de 36 millones y otros cuatro en variables que podría hacer que el colombiano firmase, finalmente, con los capitalinos.
Su adiós supondría un duro golpe para Luis Enrique toda vez que el internacional 'cafetero' había sido señalado como uno de los jugadores clave en el futuro Barça de cara a una posición, la de lateral derecho, que ha sufrido mucho esta temporada con Montoya y Alves. Y hablando de Alves, el brasileño aún tiene opciones de quedarse en el Camp Nou.
El PSG le quiere, pero no está dispuesto a dar mucho dinero por él, más si cabe tras un Mundial irregular en el que acabó de suplente frente a Maicon. La oferta gala rondaría los 10 millones de euros. El Barça pide 15. Para colmo, el jugador no ayuda. También exige un importante sueldo al cuadro parisino. Su situación está estancada.
Algo similar sucede a Marquinhos, el brasileño que podría ejercer el camino inverso, esto es, del PSG al Barça. Sólo el fichaje de Di María podría ayudar a que se desatascase este asunto. El PSG necesitaría dinero para hacerse con el 'fideo' y la salida del central es una opción viable.
Sin embargo, en caso contrario, si Di María no fuera traspasado, Marquinhos podría permanecer en París otra temporada y eso, en términos blaugrana, supondría dejar sin el central más deseado (por el momento) según los deseos de Luis Enrique.
Tema preocupante. El Barça sólo cuenta, por ahora, con dos centrales natos (Piqué y Bartra) al que se podría unir Mascherano, aunque 'Lucho' desea usar al argentino más en la medular que en la defensa.
Dicho esto, el club sólo tiene, por ahora, avanzada una incorporación en defensa. Es la de Mathieu. Claro que esta incorporación también tiene sus matices. Más de una voz autorizada en el club vería como un derroche invertir 20 millones (el precio de su cláusula) en un defensa de 30 años. Pero el Valencia es tajante al respecto: o se paga la libertad, o no saldrá de Mestalla. Todo apunta a que lo hará, pero por un precio que no gusta demasiado en la Ciudad Condal.
Así pues, el panorama para Luis Enrique no es por ahora esperanzador. Por un lado, en el lateral derecho, tiene, por ahora, que planificar la pretemporada con Montoya y Alves. En el centro, sólo cuenta con Piqué y Bartra. Y en la izquierda, Adriano y Alba son sus dos únicas opciones. La defensa es, por ahora, su asignatura pendiente y, de momento, el primer suspenso del Barça en el regreso a los entrenamientos.
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El empujón de Di María
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