El internacional alemán Bastian Schweinsteiger ha destacado este sábado que "no" cree que tengan "presión" ante la final del Mundial de Brasil 2014 frente Argentina, además ha elogiado a la albiceleste a la que ha definido como un equipo con jugadores de "talla mundial".
RIO DE JANEIRO (BRASIL), 12 (Reuters/EP)
"Estamos inmensamente felices. No creo que tengamos presión. Tenemos muchos futbolistas que han jugado finales de alto nivel, sabemos cómo lidiar con la situación aunque tengamos sólo un jugador que estuvo en una final de un Mundial", indicó en una conferencia de prensa en el estadio de Maracaná.
Schweinsteiger ha manifestado que la experiencia del equipo alemán en grandes torneos ayudará a saborear el momento, pero que se enfocarán en el objetivo que tienen por delante. "Solo pensamos en una cosa, hacer bien el trabajo. Cuando suene el silbato, tendremos que pensar sólo en jugar al fútbol", afirmó.
Sobre la contundente victoria en semifinales ante Brasil (1-7), el centrocampista bávaro ha declarado que están "en buena forma", pero saben que este "es un partido diferente". "Brasil estaba sin Neymar ni Thiago Silva y sentían una intensa presión. Sabemos que podemos jugar un buen fútbol, pero tenemos que hacerlo otra vez desde cero", aseguró.
El futbolista de 29 años ha explicado que la clave para el partido será mostrar paciencia y contrarrestar las principales amenazas de Argentina. "Tenemos que ser pacientes. Argentina es para mí un muy, muy buen equipo que están merecidamente en la final. Tiene jugadores de talla mundial como Messi, Di Maria y Agüero", añadió.
"Mascherano es el líder, como mostró con la entrada contra Arjen Robben que evitó un gol. Se ve qué actitud tiene para con su país. No será fácil para nosotros pero si mostramos nuestra calidad en la cancha y tenemos el ingenio necesario podemos vencer a este equipo", apuntó.
Esta es la tercera final entre ambas selecciones, con un título para cada uno. La primera se disputó en el Mundial de México en 1986 con victoria para la albiceleste (3-2) en un torneo donde Diego Armando Maradona se coronó como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Cuatro años después, en el Mundial de Italia en 1990, el partido decisivo se reeditaba pero con distinto final. Alemania venció al conjunto argentino (1-0) con un tanto de penalti de Andreas Brehme a cinco minutos del final.
