BRASILIA (Reuters) - La jungla de cemento de Sao Paulo debe ser el lugar en el mundo que menos se parece a la paz montañosa de Suiza, pero pese a eso el portero Diego Benaglio cree que su equipo se sentirá como en casa cuando se mida el martes con Argentina en esa gigantesca ciudad en los octavos de final del Mundial.
El meta suizo dijo que espera que la rivalidad de los brasileños con Argentina haga que el público local anime abiertamente a su equipo.
"Creo que los seguidores brasileños estarán con nosotros en el estadio", dijo Benaglio a periodistas en el campo de entrenamiento de Suiza en Porto Seguro. "Uno siente la rivalidad entre Brasil y Argentina".
"Espero que tengamos el respaldo de los brasileños en el estadio, junto a los aficionados suizos, sería genial si Suiza tiene un partido en el que se sienta local", remarcó.
Pero las cosas no serán fáciles para Suiza. Enfrente estará la argentina de un Lionel Messi imparable. El delantero le marcó tres goles al conjunto helvético hace dos años en un amistoso en Berna, y Benaglio reconoció que no será fácil contenerlo.
"Nos estamos preparando igual que para el resto de los partidos. Pero está claro que será difícil controlar totalmente a Messi", destacó.
"Uno puede ver tantos videos en los que Messi hace algo sorprendente en un momento decisivo", agregó.
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