Cristiano Ronaldo es algo más que un simple jugador. Lo demuestra en Portugal y también en el Real Madrid. En el equipo blanco no necesita el brazalete para que su opinión sea tomada muy en cuenta. Incluso en parcelas que no le atañen en un principio, como la dirección deportivo.
Y es que el portugués habría echado atrás el fichaje de un delantero de élite para el Real Madrid. El nombre es el de Radamel Falcao. Al igual que con Luis Suárez, se ha pronunciado negativamente sobre la incorporación del colombiano. La explicación no corresponde a antagonismos o a cuestiones extradeportivas.
Todo se debe a que Cristiano no quiere que se toque ningún hilo de la delantera blanca. Junto a Karim Benzema y Gareth Bale, forma un tridente de lujo que le permite tener el mayor protagonismo goleador. Las asistencias de sus dos compañeros le permiten saciar su hambre de goles.
Además, ambos tienen un perfil medio-bajo en el vestuario, lo que evita problemas de egos. Salvo algún contratiempo circunstancial con Bale, la convivencia este año ha sido buena, y Cristiano se siente cómodo. No desea que la llegada de otro crack pueda alterar el reparto de jerarquía en el ataque.
El Real Madrid ha tomado nota de esta petición con rasgos de obligación. Según la Cadena Ser, el fichaje de Falcao no se llevará a cabo para no desestabilizar la delantera con la que el portugués se siente a gusto. Lo que más importa en el club blanco es tener tranquilo a Cristiano, y la directiva obrará en consecuencia. Se ha desechado (o al menos eso parece) el fichaje de un delantero de élite y se apostará por Jesé, y como mucho por una alternativa de futuro.
Florentino y la secretaría técnica lo tienen claro: hay que crear un entorno saludable para la plantilla, y gran parte de ello requiere tener a un Cristiano contento. Por esta razón, Falcao jugará lejos del Bernabéu la próxima temporada.
El ofrecimiento de Falcao