
Rakitic ya es jugador del Barça. A falta de confirmación oficial (se espera que se haga público en las próximas horas), el croata del Sevilla formará parte del primero proyecto de Luis Enrique y lo hará, además, como uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla culé. El mediocampista ha roto el ya bastante deteriorado tope salarial blaugrana y percibirá un salario 'galáctico' cercano a los 8 millones de euros netos, esto es, unos 16 millones de euros brutos por temporada.
Es el precio que tendrá que pagar el conjunto blaugrana para hacerse con el futbolista que en sólo un año quedaba libre y que, además, tenía sobre la mesa un preacuerdo verbal con el Atlético de Madrid y al Real Madrid buscando hacerse con sus servicios. Así pues, y para romper esta maraña de obstáculos, los culés deberán rascarse el bolsillo de una manera más que importante.
De hecho, se podría decir que el verdadero peso económico de la operación se lo llevará la ficha del futbolista y no tanto el traspaso desde el Sevilla.
El cuadro hispalense cobrará 20 millones de euros entre fijos y variables, una cantidad alta si se tiene en cuenta la citada libertad en apenas doce meses, pero relativamente baja en comparación con el salario del futbolista.
Sueldos disparados
En los últimos tiempos el Barça ha visto como su tradicional política de topes salariales ha saltado por los aires. En temporadas anteriores el método era ecosistema de sueldos culés estaba meridianamente claro.
Por un lado estaba Messi, con un salario mucho mejor que el de sus compañeros como reconocimiento a su estatus de mejor jugador del planeta, y, por el otro, el resto de la plantilla, liderada por los internacionales españoles más destacados, como Xavi o Iniesta. En cualquier caso, los sueldos de estos eran de apenas la mitad de lo que percibía la 'Pulga'.
El respeto por esta estructura era máximo. De hecho, uno de los motivos por los que Villa dejó el Barça fue que su contrato fijaba un incremento notable de su ficha para su última temporada como culé.
El 'Guaje' pasaba a cobrar 10 millones limpios, una cifra que, desde el Barça, se vendió como inasumible para el club y su búsqueda constante del equilibrio presupuestario. Sin embargo, la llegada de Neymar ha dinamitado este panorama.
El brasileño percibe siete millones limpios que, en verdad, son casi 15 millones si prorrateamos los 40 millones que percibió de comisión entre los cinco años que firmó de contrato. Messi, molesto con esta subida, ha asaltado la banca hasta cobrar 22 millones limpios por curso tras su renovación.
Entre tanto, Iniesta también firmó su ampliación de contrato hasta situarse en los 9-10 millones de euros, dos más que los que percibe Xavi y casi los mismos que recibirá Rakitic, el nuevo fichaje culé.