
Gerard Piqué no es uno de esos jugadores que no tienen pelos en la lengua. Dice lo que piensa y nunca evita los temas delicados. El de la venta de Cesc Fàbregas es uno de ellos. El jugador de Arenys goza del afecto del central, al que le ha dolido la intención del Barcelona de venderle.
Así lo explicó en rueda de prensa, junto a Vicente del Bosque (el mismo día en que las cámaras filtraron la conversación entre ambos por el precio del catalán):"A Cesc lo quiero mucho, sé que está pasando una situación difícil, porque en el club no se le valora como merece".
Duras palabras las de Piqué, que han causado un gran revuelo en el Barcelona. De hecho, en el club blaugrana no han sentado nada bien las declaraciones del defensa. Ven en ellas un acto de desprecio a una directiva que le acaba de renovar, según informa Mundo Deportivo.
En Can Barça han sembrado estupor estas declaraciones. A los directivos les ha dolido que Piqué afirmarse que el club no había valorado a Cesc. El hecho de que se le haya renovado el contrato hace tan solo unas semanas acentúa (desde el punto de vista de la zona noble del Camp Nou) una sensación de deslealtad.
Creen que, en una temporada complicada como la anterior, sobra este acto, que pone al Barcelona como centro de las críticas en la misma semana que el club ha recibido otro golpe más en el 'caso Neymar'. El mensaje de Piqué no habría hecho sino aumentar la confusión en las altas esferas culés.