Cesc Fàbregas vive sus últimos días como jugador del FC Barcelona. El club y el propio jugador desean que éste sea su destino. La entidad, porque así recibiría una notable inyección económica por un jugador con el que Luis Enrique no cuenta. El futbolista, porque no se ve jugando otra año en el Camp Nou entre los pitos de sus aficionados y la inseguridad de no saberse titular para el nuevo entrenador culé. Una baja cantada (Chelse o Manchester City serán su destino) que, con todo, deberá ser cubierta con un fichaje de igual o superior categoría. Y en ello está trabajando la secretaría técnica culé.
El Barça maneja hasta cuatro posibles nombres para ocupar la vacante que deje el de Arenys. Koke, Rakitic, Gündogan y Yayá Touré son los futbolistas más deseados por Zubizarreta, si bien asunto bien distinto es que alguno de ellos acabe en el Camp Nou. Los motivos son distintos y variados en función de qué jugador sea el señalado.
El que más gusta por tierras catalanas es Koke. El Barça filtrado que es su primer objetivo y deseo para el curso que viene. Cueste lo que cueste. Aunque eso suponga desembolsar su cláusula de rescisión, fijada en 60 millones.
De hecho, directivos culés habrían comunicado ya al Atlético de Madrid que irán a por el vallecano y que, en caso de que alcancen un acuerdo, pagarán el precio de su libertad.
El problema para el Barça es que, en medio del desmantelamiento de la plantilla del Atlético (las bajas previstas son ya ocho y podrían alcanzar la docena), Koke es el único jugador que ha manifestado en público y en privado que se quiere quedar en el Calderón. Convencerle de lo contrario costaría mucho tanto en sentido monetario como en sentido figurado.
Asuntos distintos son Rakitic y Gündogan. El primero pertenece al Sevilla y aunque ya tiene un acuerdo verbal con el Atlético (acuerdo que ha hecho que el Real Madrid se retire de la pugna para no violentar a sus vecinos del Manzanares), su padre ha dejado la puerta abierta a irse a otros clubes que no sean el rojiblanco.
"Tras el Mundial veremos", dijo su progenitor y a la vez agente. El jugador podría aprovechar una buena Copa del Mundo para aumentar su caché. Sea como fuere, el Sevilla no lo dejará escapar por menos de 20 millones de euros. Eso como mínimo.
Luego está el caso de Gündogan. El Alemán de origen turco ha renovado su contrato con el Borussia Dortmund, pero eso no significa que no pueda salir este verano. De hecho él mismo se ha dejado querer. El problema que arrastra este creativo mediocampista es que su lesión de espalda le ha impedido jugar esta temporada y son muchos los que dudan que vuelva a ser el mismo que guió a los de Klopp a la final de la Champions en 2013. Su precio podría rondar los 40 millones de euros.
Yayá Touré es una cuarta alternativa que se valora incluso más allá de que se fiche alguno de los tres nombres ya citados. Él mismo se ha dejado querer por el Barça. Le encantaría regresar, pero su salario es elevado (es uno de los mejor pagados del City) y, para colmo, su club no le dejaría salir fácilmente. Además, su edad (31 años) le hace ser una solución a corto plazo, para no más de tres o cuatro temporadas.
Sea como fuere, el Barça parece que necesitaría usar el dinero recaudado por Cesc y algo más, toda vez que el precio fijado inicialmente para dejar salir a Fàbregas se ha fijado en 36 millones de euros, la mitad de lo que costaría Koke y más o menos lo mismo por lo que saldría contratar Gündogan y algo menos de lo que costaría llevar a Barcelona a Rakitic y Yaya Touré.
Entidades
Cesc (Francesc Fábregas)
Jugador del Chelsea
Cesc se irá del Barça