Fútbol

Las siete dudas que no resolvió 'Tata' Martino en su 'huida' del Barça

Martino se fue del Camp Nou por la puerta de atrás | EFE

Gerardo, el 'Tata', Martino, ya es historia del FC Barcelona. En verdad, lo viene siendo desde hace ya un puñado de meses, cuando los resultados empezaron a condenar a su equipo y, de manera indirecta, a él mismo.

Sin embargo, la noticia de su despedida se dio por confirmada oficialmente el pasado domingo cuando él mismo la dio a conocer en sala de prensa, eso sí, sin admitir preguntas y saliendo a toda velocidad de una sala de prensa donde en los meses precedentes jamás había regateado duda alguna, pese a que sus relaciones con la prensa siempre fueron tensas.

Una 'huida' del Camp Nou que deja muchas incógnitas en el aire. Estas son las siete que debería haber respondido el argentino en su último día al frente del mejor equipo del siglo XXI.

1.- Un adiós programado.

La primera duda que debería haber resuelto el Tata Martino era la de aclarar cuándo decidió dejar el Barça o, mejor dicho, cuándo se vio forzado a hacerlo y si ésta, en verdad, ha sido una decisión voluntaria o impulsada por la directiva y la plantilla culé.

Las primeras filtraciones acerca de su salida (pese a tener contrato en vigor hasta el 30 de junio de 2015) llegaron con el final de 2013, cuando, desde su país natal, se informó del deseo del preparador de cambiar de aires. Él mismo desmintió la información, pero, desde entonces, pocos fueron los que creyeron en él. La decisión parecía depender de los títulos y éstos, para desgracia barcelonista, no llegaron.

Fue antes de la final de Copa del Rey frente al Real Madrid cuando Martino quedó prácticamente desahuciado. La directiva del Barça tenía claro que, de vencer al eterno enemigo (y si se reenganchaban a la Liga y la Champions), quizá el preparador pudiera seguir.

Sin embargo, la imagen culé en Mestalla y la manera de gestionar la final (incluido su deseo por que jugara el lesionado Puyol) echaron por tierra una esperanza que se esfumó con la debacle europea y los últimos estertores ligueros.

2.- Su capacidad de mando.

Otra buena pregunta para Martino habría sido la de si realmente tenía poder en sus hombres o era su plantilla la que mandaba en sus decisiones.

"Yo entreno a estos jugadores desde la admiración", dijo a principios de curso en una frase que acabó convirtiéndose en una de sus sentencias de 'despido', toda vez que a lo largo de la temporada han sido muchas las ocasiones en las que se ha filtrado que la plantilla no comulgaba con sus decisiones e incluso que era ella, la plantilla, la que decidía sobre métodos de entrenamiento o planteamientos de los partidos.

Fue así como se gestionó el famoso debate entre posesión y contragolpe o cómo algunos de los partidos más importantes del curso se jugaron con cuatro medios y no con tres delanteros, como le gustaba al propio Martino.

3.- Su metodología de entrenamiento.

Uno de los mayores lastres de la era Martino (por el que tampoco se le pudo cuestionar en sala de prensa) era aquel que apuntaba a sus métodos de entrenamiento.

En la Ciudad Condal más de un miembro del equipo filtró sus descontentos con la metodología "anticuada" puesta en funcionamiento por el Tata en comparación con los mecanismos modernos (y en muchas ocasiones, revolucionarios) que había impuesto Pep Guardiola o Tito Vilanova durante los años gloriosos de este Barça reciente.

Tanto es así, que los propios futbolistas pidieron en alguna ocasión a Martino que fueran los ayudantes de la vieja guardia (Jordi Roura y compañía) los que liderasen ciertos apartados de los entrenamientos culés.

4.- Las responsabilidad de Rosell.

Cuando Tito Vilanova anunció que no podía seguir entrenando al Barça, el club tuvo que tomar la decisión de saber quién sería su sustituto. En el club se tomó una decisión rápida que tuvo en Sandro Rosell su principal valedor. Fue el ya ex presidente el que insistió en fichar al argentino.

Zubizarreta quería a Luis Enrique o Ernesto Valverde. Pero la palabra de Rosell pesó más que ninguna otra y en una rápida videoconferencia desde casa de un directivo culé se cerró el acuerdo.

Tiempo después de aquello, Rosell se marchó del club y dejó colgado de la brocha (o del banquillo, mejor dicho) a un Martino que se quedó de improviso sin el apoyo del que había sido su valedor en el equipo culé.

5.- El caso Luis Enrique.

El tramo final de temporada ha sido una tortura para Martino. Lo ha sido dentro y fuera del terreno de juego. En el último apartado destaca la negociación entre Zubizarreta y Luis Enrique para suplir al preparador argentino.

Aunque es probable que Zubizarreta ya conociera el deseo de Martino de irse, lo cierto es que el método como se produjo el primer contacto (en la casa de Luis Enrique, y con presencia de las cámaras en la puerta) fue algo que llamó la atención. Aunque a Martino ya se le preguntó a este respecto, el argentino regateó el asunto amparándose en la cercanía del final de Liga. Tras el campeonato, su negativa a responder preguntas dejó en el aire ésta y otras cuestiones.

6.- La relación con Zubizarreta.

La relación entre el entrenador argentino y Zubizarreta siempre pareció cordial. Y decimos pareció porque en verdad el episodio de Luis Enrique y las maneras de Martino en sala de prensa no terminaron de gustar nunca a un Zubi que mantuvo las formas ante las cámaras, y los micrófonos. Sus encuentros sobre el césped de la ciudad deportiva culé fueron, en verdad, más una pose que una verdadero acercamiento mútuo.

7.- El papel de Messi en su despedida.

También habría sido interesante cuestionarle qué papel tuvo Leo Messi en su llegada. Y es que él mismo admitió (aunque después dio marcha atrás) que la 'Pulga' había tenido algo que ver en su llegada al Camp Nou. Rosell, animado por el optimismo de Messi y los suyos, se lanzó a fichar al Tata. Quizá sin Leo, ahora Luis Enrique habría completado su primer año como técnico culé.

En cualquier caso, la relación entre Messi y Martino no empezó con buen pie cuando el preparador empezó a sentar al jugador en el banquillo para darle descanso en momentos clave. Luego Messi impuso su voz, jugó, y se lesionó. La recuperación del jugador pareció devolver al Barça a su mejor imagen hasta que Martino empezó a probar con experimentos tácticos que alejaban a Leo de su posición inicial. Fue así como la relación se fue enfriando hasta llegar a una indiferencia absoluta entre ambos.

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