Ante el Celta, el Real Madrid mostró una imagen apática, casi desganada. Algo que provocó el enfado de algunos jugadores (como Xabi o Sergio Ramos), de Ancelotti y también del presidente blanco, Florentino Pérez. Tanto es así que el máximo mandatario bajó al vestuario tras la derrota y abroncó a sus jugadores.
Tal y como se informó ayer en el programa deportivo Tiki-Taka, Florentino bajó al vestuario de Balaídos para recriminar a sus jugadores la imagen ofrecida en los partidos ligueros contra Valencia, Valladolid y Celta. Tres partidos en los que el Real Madrid se dejó la Liga y muy diferentes de las sensaciones experimentadas tras la semifinal de Champions ante el Bayern.
En su enojado discurso a sus jugadores, Florentino dejó tres mensajes. Tres consignas que quiso que los futbolistas blancos se grabasen a fuego.
En primer lugar: que el equipo no podía dar la imagen que se vio en la última semana. Una crítica a la actitud mostrada por el bloque. El presidente dejó claro que no se refería más a los resultados, sino al esfuerzo, al trabajo ofrecido.
En segundo lugar, se quejó amargamente por la oportunidad perdida de ganar el triplete y aseguró a los jugadores que el la opción que habían dejado escapar había sido "única".
El tercer mensaje fue el más duro de los lanzados por Florentino: "Así no ganamos nada". Una contundente frase que resume el sentir del presidente: con la actitud mostrada, la Champions será una quimera para el Real Madrid.
Poco frecuente
Si bien Florentino suele bajar al vestuario para saludar a los jugadores y detenerse a hablar un momento con alguno de ellos después de cada partido, la bronca en Balaídos resultó sorprendente hasta a los propios jugadores que observaron asombrados la soflama de Florentino.
En un momento crítico para el equipo blanco, y con el ansiado objetivo de la Décima al alcance de las manos, Florentino sacó su versión más autoritaria con el fin de encauzar a sus jugadores hacia la dirección correcta. Cree que la Champions está en peligro, y su bronca así lo demuestra.
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Una final de 656 millones